Tras 73 años

¡Ni a Tolkien se le hubiese ocurrido! El intrigante secreto que guarda el anillo de la Reina Isabel

El anillo de compromiso que le dio Felipe a Isabel hace 73 años tiene consigo una inscripción especial y secreta que el propio Duque de Edimburgo encargó; y que solo conoce el matrimonio real y el joyero que cumplió el pedido.
sábado, 10 de octubre de 2020 · 07:12

La vida de la Familia Real de Inglaterra es digna de las tantas series y películas que ya se han hecho en torno a ella… ¡Y de otras tantas que aún quedan por hacerse también! A los escándalos y secretos que ya sabemos todos se suma una nueva intriga ahora: la del anillo de Isabel II.

No se trata de cualquier joya, sino de aquel anillo de compromiso que Felipe de Edimburgo obsequiara a Isabel hace 73 años, cuando ambos contrajeron matrimonio. Y es que, según se conoció recientemente, guarda un impactante secreto que solo tres personas conocen.

Según se desprende del libro biográfico Príncipe Felipe: un retrato del Duque de Edimburgo -y que fue publicado por el diario inglés Daily Mail-, la argolla tiene consigo una inscripción especial y secreta que el propio Felipe encargó; y que solo conoce el matrimonio real y el joyero que cumplió el pedido. 

A poco más de un mes de cumplirse 73 años de la sagrada unión en matrimonio entre Isabel II y Felipe (la boda fue en 20 de noviembre de 1947), el misterio sobre este romántico y secreto gesto que tuvo Felipe volvió a escena. Y las elucubraciones son variadas, y que su contenido nunca vio la luz.

Lo cierto es que todo parece indicar que la frase en cuestión contiene los componentes secretos para garantizar la fortaleza y vitalidad con que han transcurrido las última siete décadas, sobreponiéndose a las distintas adversidades y desventuras que los han puesto en la tapa de todos los matutinos y medios mundiales.

Un lujo

El anillo de Isabel II está confeccionado con oro proveniente de una pepita de Gales. Y el propio Príncipe Felipe encargó su manufacturación tomando como base una tiara de su madre, la Princesa Alice. Lo que le da aún más valor a la joya es que se trataba de un obsequio del último zar ruso, Nicolás II y de su esposa, Alexandra. Alice recibió el obsequio cuando se casó con el Príncipe Andrew.