Incumplirlas puede acarrear millonarias multas
Sin alcohol ni tabaco, y heridas pixeladas: las curiosas prohibiciones para series y novelas turcas
Son furor en el mundo entero y en América Latina en particular. Pero lo cierto es que las series y novelas turcas tienen una gran cantidad de limitaciones y restricciones para ser emitidas en su país de origen. Los besos no deben ser con lengua ni durar más de tres segundos, entre otras condiciones.Las series y novelas turcas llegaron a este lado del mundo a mostrarnos un mundo totalmente desconocido. Desde su cultura hasta sus costumbres y vestimentas, pasando por una serie de conflictos más enfocados en el mundo oriental. Sin embargo, todos estos matices las convirtieron en lo que son hoy: un atrapante y misterioso furor en el mundo occidental.
¿Qué culpa tiene Fatmagul?, Cuestión de honor, Ezel, Las Mil y Una Noches, Amor prohibido y El Sultán son algunas de las novelas de Turquía que han conquistado esta parte de América; y que no sorprende encontrar en las señales de TV abierta o de cable. A ellas se suman, además, producciones en Netflix como The Gift, Amor 101 e Identidad Oculta.
Algo que también nos permitió descubrir esta oleada de ficciones es que Turquía tiene mucho más que esa imagen del ideario popular de una mujer sometida a los mandamientos masculinos. Sin embargo, hay ciertas restricciones que se tienen que respetar indefectiblemente. Y algunas de ellas son muy llamativas.
Beso 3, 2, 1...
Una de las restricciones más llamativas es que los besos entre los protagonistas no deben durar más de tres segundos ni incluir el uso de la lengua; y ni siquiera el galán está exento de esta condición. El ente encargado de controlar e inspeccionar que esto se cumpla es el Consejo Superior de la Radiotelevisión (RTÜK), y las multas por incumplimiento pueden ser millonarias.
Lo llamativo es que precisamente este conservadurismo se ha convertido en un atractivo en Latinoamérica; donde las escenas y argumentos ya prácticamente rozaban lo erótico y estaban generando algo de cansancio en lo referido a monotonía. Y donde se empezaron a ver con más cariño lo dramas familiares y Aptos para Todo Público.
Sin alcohol ni tabaco
Con el mayor control que uno puede llegar a imaginar referido a la idiosincrasia de un gobierno islámico; las producciones también deben tomar otro cuidado: está prohibido mostrar tabaco, a los personajes fumando o consumiendo bebidas alcohólicas manifiestamente. De hecho, si un personaje ingiere alguna bebida de ese tipo, el vaso debe mostrarse difuminado.
La mayoría de estas prohibiciones rigen para aquellas producciones que están en el mainstream de la televisión local, y muchas de ellas cruzaron el Atlántico.
Contenido patriótico, la prioridad
Durante el mandato del presidente Recep Tayyip Erdoğan y la reivindicación del revisionismo histórico de lo más conservador de la cultura islámica, son una constante las producciones de la TV turca. Aquí abundan las historias que resaltan al Imperio Otomano y a -lo que consideran- sus grandes gestas.
El detalle es que en estas producciones, aunque se toman los cuidados por no mostrar escenas de sexo o de consumo de alcohol; abundan las ejecuciones violentas y las batallas sanguinarias en sus argumentos.
El gris de las plataformas de streaming
Estas restricciones son de cumplimiento obligatorio en las series que se producen y difunden en la TV turca. Sin embargo, en las plataformas de streaming se permiten ciertas licencias. Y que suelen ser aprovechadas con creces, eludiendo las "tijeras" de la censura.
Sin ir más lejos, en The Gift (producción original de Netflix Turquía, Atiye según su nombre original) se incluye de forma casi provocadora la secuencia de un hombre practicándole sexo oral a una mujer, mientras que otra se vanagloria de su promiscuidad sexual; y todo coronado con copas de vino siendo degustadas. ¡Un combo imposible de lograr en la TV abierta de Turquía!.