Las invasiones turcas en la pantalla grande: 3 razones por las que las series de Turquía son furor

Podría decirse que el Imperio Otomano vive, por estos días, una segunda ola de esplendor. Y es que a aquella que comenzó con la caída de Constantinopla a fines del siglo XIII y que se extendió durante más de 600 años, se le suma el poder y el control que hoy Turquía evidencia en todo el continente americano con sus ficciones televisivas, series y novelas de todo tipo.

Cuestión de honor, ¿Qué culpa tiene Fatmagül?, Ezel, Las Mil y Una Noches, Amor prohibido y El Sultán son algunas de las novelas y dramas que han llegado a invadir los canales televisivos de todo el continente durante los últimos años. A ellas se suman otras tantas disponibles en Netflix, como son The Gift, Amor 101 e Identidad Oculta; solo por mencionar algunas.

Pues bien, la pregunta que todos nos hacemos entonces es: ¿qué tienen las producciones de Turquía que nos atraen como insectos que vuelan hacia la luz? ¿Existe una receta, cual plato culinario, a seguir para garantizar el éxito?. A priori, no la hay. Pero si podemos diferenciar, al menos, 3 razones que las convertirían en algo tan atrapante.

Costumbres y tradiciones de otro mundo

La vestimenta, las rutinas y hasta las apariencias; las series o telenovelas turcas traen a este lado del globo un mundo totalmente desconocido para quienes lo habitamos. Si hasta el atractivo de los y las protagonistas es peculiar y exótico, con galanes que no se encuentran en las producciones americanas o de occidente.

Además, en sus argumentos encontramos aquellas historias de amor y dramas familiares que siempre son atractivos; pero con el sesgo de Medio Oriente que las convierten en algo diferente.

Historias light

Mientras que de este lado del mundo las producciones más recientes giran en torno al narcotráfico, mafias, pandillas y todo un mundo oscuro y de corrupción; en las producciones turcas se rescatan aquellas historias que fueron furor en las telenovelas mexicanas de los 90: la historia de amor que comienza como un imposible, hasta hacerse realidad.

Para muestras, alcanza con tomar de ejemplo a la casi interminable la eterna Elif, que tiene todos los componentes de un cuento de hadas: una niña buena, el equivalente a la bruja, la equivalente al hada madrina y el infaltable sueño de un final feliz.

Romper los prejuicios

Si de lugares comunes hablamos o de prejuicios, la idea de la mujer oriental cubierta por un velo en su rostro y sometida a una cultura patriarcal y desigual es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando en nuestras cabezas viajamos a Turquía. Pero estas producciones que se han convertido en sensación muestran algo totalmente distinto a ese ideario popular.

Y en estas historias que hoy la TV o el streaming nos trae, encontramos una cultura no tan alejada; sino más bien globalizada. Donde las historias y los conflictos son más reales, por fuera de las generalizaciones.

Bonus track: cuatro producciones turcas recomendadas

1) Cuestión de Honor’

Un matrimonio con dos hijos tiene intenciones de instalarse en Estambul y logran hacerlo por medio de una herencia familiar. Pero nadie dijo que sería fácil.

2) Qué culpa tiene Fatmagül

Una joven campesina humilde está comprometida. Pero la tragedia la ha marcado: fue abusada sexualmente por cuatro hombres. Y para salvar el honor familiar, deberá mantener esta aberración en secreto.

3) Esposa joven

Solo llegó a ser retransmitida en Argentina (porque el boom de las novelas turcas golpeó a todo América Latina). La trama tiene parte de ese lugar común oriental: una chica de 13 años es casada por obligación con un multimillonario. La niña no es feliz, pese a la vida en una mansión y todos los lujos.

4) Las mil y una noches’

Sherezade, una mujer viuda, debe pedirle ayuda económica a su jefe para un complejo tratamiento médico que precisa su hijo. A cambio, el hombre le exige mantener relaciones sexuales. Y los conflictos no tardan en florecer.