Emily in Paris: destrozan la serie en Francia por sus "clichés"

A comienzos de este mes, la serie Emilly in Paris causó un pico de audiencia en la plataforma Netflix debido a la buena aceptación del público y se convirtió en uno de los productos más vistos y buscados del momento. La tira esta protagonizada por la actriz Lilly Collins y cuenta sus aventuras en la ciudad del amor al ser trasladada para realizar un realizar un trabajo.

A medida que avanza el relato creado por Darren Star, los televidentes se encuentran con un maravilloso paseo por la ciudad de las luces mientras que la protagonista, una joven chic estadounidense, termina sorprendida por el choque cultural ya que no maneja para nada el idioma francés.

Más allá de los tintes románticos que tiene la producción de la mano del actor Lucas Bravo quien interpreta al vecino de Emily, los medios franceses han destrozado con la critica a esta nueva serie que buscaba posicionarse como la heredera de la emblemática Sex and the City.

Una de las cosas que le cuestionan es la mirada liviana de como se vive en una de las ciudades más visitadas del mundo, y acusan a los creadores de no estar muy al tanto de como se vive hoy en Francia. Los medios locales también señalan que la tira está llena de clichés como las baguettes, cafeterías, la torre Eiffel, el Louvre y el Arco del Triunfo y no muestran en verdad la idiosincracia del francés.

“En Emily in Paris aprendemos que los franceses son ‘todos malos’, que son vagos y nunca llegan a la oficina antes de que acabe la mañana, que son insinuantes y no están ligados al concepto de la lealtad, que son sexistas y retrógrados y que, por supuesto, tienen una relación cuestionable con la ducha. Sí, no se ha perdonado ni un cliché, ni siquiera los más leves”,  escribió el diario Premiere.

“Rara vez hemos visto tantos clichés sobre la capital francesa desde los episodios parisinos de Gossip Girl o el final de El diablo viste de Prada”, se lee en otras de las opiniones que ha publicado un portal del conocido grupo RTL. Al contrario de los números que tiene Netflix, todo indica que los franceses no están nada conformes.