Confesión

Durante el confinamiento Ester Expósito no la pasó nada bien: sufrió ataques de ansiedad

En una entrevista para el suplemento Icon del diario español El País, la actriz confesó que sufre de ansiedad desde mucho antes de llegar a la fama y que los días de encierro para ella fueron horribles. Por suerte pudo volver al ruedo laboral.
jueves, 12 de noviembre de 2020 · 07:02

La actriz Ester Expósito se encuentra pasando un excelente momento personal y profesional. Su relación con el interprete mexicano Alejandro Speitzer avanza a paso firme y si se trata de cartelera acaba de estrenar en Netflix la serie llamada Alguien Tiene que Morir del director Manolo Caro. 

Pero el confinamiento a causa de la pandemia afectó a todos y los meses que la ex protagonista de Élite tuvo que pasar sin trabajar y sin salir a la calle para hacer su rutina diaria, se le hicieron bastante difíciles. En diálogo con al suplemento Icon del diario español El País, la actriz confesó:

“Fue horrible. Yo convivo con la ansiedad desde antes de la fama. Siempre estoy que me va a mil la cabeza. Me vine muy abajo, tenía ansiedad a diario, no sabía dónde meterme. Yo necesito mucha actividad, amo trabajar y lo echaba de menos”.

Su agenda laboral no había parado en dos años pero pronto pudo volver al ruedo de la actuación y la cosa mejoró para ella. Fue el director de la aclamada serie mexicana La Casa de Las Flores el que la convocó para que haga el papel de Cayetana en Alguien Tiene que Morir. 

Allí además de compartir elenco con su pareja interpretó a una chica de campo con mucha malicia dentro de la historia de una familia de terratenientes en pleno apogeo del franquismo. La trama habla de la masculinidad como una herramienta de supervivencia para la época y al respecto Ester dice:

“Creo que a los hombres el feminismo también les aporta libertad. Es un error que los hombres vean el feminismo como una amenaza, porque estoy segura de que si comprendiesen la función del feminismo a ellos también les beneficiaría muchísimo. Les daría más calidad de vida, serían más libres y no estarían con esa presión constante”.