Sin sus dos protagonistas
Que sí, que no: las idas y vueltas que casi cambian por completo a Los Puentes de Madison
A 25 años del estreno de una de las joyas del cine romántico, una serie de conflictos y cambios de director podrían haber convertido a Los Puentes de Madison en una película totalmente distinta a la que conocemos. ¿Imaginas el film sin Clint Eastwood ni Meryl Streep?.
Este mes se cumplieron 25 años del estreno de uno de los clásicos del cine romántico. La versión cinematográfica de Los Puentes de Madison, protagonizada por Meryl Streep y por Clint Eastwood (quien además fue director y productor) cumplió un cuarto de siglo; y es de esas obras imposible de olvidar.
Antes de que siquiera comenzara a filmarse, se sucedieron una serie de idas y vueltas que podrían haber cambiado drásticamente el destino de la adaptación a la pantalla grande del libro de Robert James Waller. Tanto podría haber cambiado que ni siquiera hubiera contado con el polifacético Eastwood, también polifuncional en esta obra. Ni con la brillante Meryl Streep.
El lugar de Eastwood podría haber sido ocupado por otra leyenda de la galantería cinematográfica, Robert Redford; y vaya uno a saber que hubiese sido de la cinta como la conocemos hoy. Fue el director y productor Steven Spielberg quien adquirió los derechos del libro para convertirlo en película, y quien estaba obsesionado con dirigirla también.
El propio Spielberg fue quien eligió en un primer momento a su amigo, Eastwood, como protagonista para el papel del fotógrafo Robert Kincaid. Pero quien se había postulado como director estaba extenuado con otros proyectos, por lo que delegó la dirección. En este momento entró en escena quien hizo tambalear a Eastwood: Sydney Pollack.
Aunque no duró demasiado como cabeza de la película -que ni siquiera había comenzado a rodarse aún-, Pollack tenía al actor para el primer protagónico en mente: Robert Redford. Incluso, llegaron a trabajar en el proyecto de la película, aunque se retiraron al poco tiempo.
Bruce Beresford fue el tercero que intentó acomodarse en la silla de director; pero una serie de cortocircuitos con Clint lo llevaron a desistir del proyecto también. Y así fue como los directivos de Warner Bros le ofrecieron la dirección a Eastwood.
Entre otras fuertes diferencias suscitadas entre Eastwood y Beresford, una de las más fuertes tuvo que ver con el papel protagónico femenino de la historia. Mientras que Bruce pretendía a Lena Olin o Isabella Rossellini; Clint insistió por Meryl Streep, quien finalmente interpretaría de forma inolvidable a Francesca Johnson.
