Perturbador: revelaron detalles inéditos de la autopsia de Michael Jackson

Michael Jackson fue realmente una estrella musical de todos los tiempos y un ídolo para quienes lo seguían. Sin embargo, sufrió las consecuencias del maltrato por parte de su padre en silencio, por lo que el cantante llegó a confesar que le tenía un miedo atroz. Quizá por ese motivo, unido a una personalidad peculiar y algo tímida, Jackson fue considerado un excéntrico.

El “Rey del Pop” estaba obsesionado con la privacidad, de tal manera que se negó a dejar que los médicos se acercaran a ciertas partes de su cuerpo, como sus pies. Inevitablemente luego de su muerte y al realizar la autopsia, se descubrieron secretos de su salud que nadie conocía. Fue el diario The Sun quien reveló algunos detalles después de su partida, y lo sigue haciendo hasta el día de hoy, 11 años después de su muerte.

Según el medio británico, los labios del intérprete de “Thriller” habían sido tatuados de color rosa mientras que sus cejas eran tatuajes negros y la parte delantera de su cuero cabelludo también había sido tatuado de negro para combinar con el color oscuro de su cabello.  Allí se confirmaba que Jackson se había hecho un tatuaje en la parte superior de la cabeza para oscurecer la zona y disimular la ausencia de pelo. “Cuando vi su cuero cabelludo observé cómo la parte superior de su cabeza estaba calva. Además, tampoco tenía casi pelo en los costados”, detalló Scott Smith, uno de los detectives que participó en el documental Killing Michael Jackson.

Otra de las partes del cuerpo que llamaba la atención eran sus pies. The Mirror detalló que estaban llenos de hongos, callos y lastimaduras. “Parecían podridos”, aseguró el periódico. Esto sucedía porque eran una de las principales herramientas de Michael en el escenario, pero sentía vergüenza de ellos, por lo que nunca Esto le fue causando callos muy dolorosos y una infección por hongos tan severa que parecía que su piel se estaba pudriendo. Su médico persona, Conrad Murray, reveló: “Yo personalmente le administraba regularmente lociones y masajes para eliminar la piel áspera. El hecho de que los pies de Michael, algo crítico para él, estuvieran en tan mal estado cuando murió es una señal de que no sólo se había descuidado a sí mismo, sino que los que le rodeaban no vigilaban de cerca su bienestar”.

El médico que supervisó la autopsia, Christopher Rogers, confirmó que Jackson efectivamente sufría de vitiligo: "Por lo tanto, algunas áreas de la piel parecen claras y otras oscuras". La autopsia también mostró que hubo una lucha desesperada de los médicos por salvarlo cuando fue encontrado, ya que tenía hematomas en el pecho y algunas costillas rotas. Pero no hubo caso.