Un detalle que hubiese cambiado la película
¿Sabías que la máquina del tiempo de Volver al Futuro iba a ser un refrigerador?
Una de las sagas más legendarias de la historia del cine cumplió 35 años esta semana. El 3 de julio de 1985 se estrenó Volver al Futuro I. Y, entre tantos homenajes, encontramos una curiosidad de la que poco se habla. ¿Por qué los guionistas abandonaron la idea del refri y optaron por un auto?El 3 de julio de 1985 fue la fecha que cambió la vida de muchos, cinematográficamente hablando. Ese día fue el estreno de la primera parte de la saga Volver al Futuro, una de las películas de ciencia ficción más exitosas de la historia y que marcó la vida y la forma de concebir los viajes en el tiempo para generaciones enteras. De hecho, muchos que ni siquiera habían nacido en aquel año descubrieron más adelante el universo de Volver al Futuro. Y nunca más pudieron abandonarlo.
A 35 años y dos días de la primera entrega de la memorable trilogía que tiene fanáticos en todo el mundo (de esos que se juntan a verla periódicamente, participan de ciclos de cine debate y prácticamente la consideran una religión); los homenajes y artículos especiales fueron recurrentes durante los últimos días. Y, en medio de la semana de tan importante cumpleaños, qué mejor momento para recordar la historia de un detalle que podría haber cambiado un ícono de los viajes en el tiempo de Marty McFly (Michael Fox) y del doctor Emmett Brown (Christopher Lloyd).

La máquina del tiempo creada por el entrañable Doc (en el rol de una especie de científico loco) tiene su base en un icónico auto DeLorean DMC-12, modelo '81. Por medio del condensador de flujo, y con la necesidad de algo que genere 1.21 Gw de energía (puede ser plutonio o un rayo), el vehículo les permitía viajar en el tiempo; ya sea hacia el pasado o hacia el futuro. Sin embargo, la idea inicial de los guionistas de la película, Robert Zemeckis (quien también fue el director) y Bob Gale era que la máquina del tiempo fuese... ¡Un refrigerador!. Sí, sí... ¡Un refri!.
Pero no un refrigerador cualquiera, sino uno recubierto de plomo que, tras haber quedado en el centro de una explosión atómica, gracias a ello le permitiera a nuestro amigo Marty viajar 30 años atrás en el tiempo. Sin embargo, la idea original de Zemeckis y Gale no prosperó y la dejaron de lado por una simple y extraña razón: creyeron que no sería una buena idea basarse en un artefacto hogareño, ya que consideraron -con algo de temor- que los niños podrían llegar a recrear la escena y murieran sofocados en el interior del refri.
Afortunadamente, los ideólogos de Volver al Futuro se inclinaron por el extravagante vehículo, que con el tiempo terminaría por convertirse en un ícono de la saga y en una de las metáforas preferidas para quienes alguna vez desearon -o desearán- viajar en el tiempo. ¿¡A quién no se le cruzó por la cabeza alguna vez la idea de tener el DeLorean del Doc y de Marty!?.