Un partido de otro planeta

Sueño cumplido: el día en que Michael Jordan ganó un partido gracias a un consejo de Bugs Bunny

Era mucho lo que había en juego, y el mejor jugador de básquet de la historia definió agónicamente el partido contra los Monstars gracias a que su compañero de equipo le enseñó un particular truco. En la semana en que Bugs cumplió 80 años, recordamos lo mejor de Space Jam.
sábado, 1 de agosto de 2020 · 09:02

Más famoso que cualquier político, deportista, cantante o actor / actriz. Tanto que no hay forma de que alguna vez alguien haya tenido una zanahoria en su mano y no haya aunque sea hecho la mímica de morderla y repetir: "¿Qué hay de nuevo, viejo?". Por si hace falta aclararlo, estamos hablando de Bugs Bunny; el conejo de la suerte. La legendaria caricatura de la Warner Bros. cumplió esta semana 80 años (muy bien llevados, por cierto). ¡Y qué mejor manera de celebrarlo que regalándonos el recuerdo de cuando jugó un partido de básquet con el mejor de todos los tiempos, Michael Jordan!.

Pero no fue un partido cualquiera. ¡Cómo olvidarlo!. Fue el enfrentamiento que le permitió a Bugs, al Pato Lucas y a todos sus compañeros y amigos Looney Tunes evitar quedar prisioneros del parque de diversiones Montaña Tontolandia. Y también lo salvó a MJ de ir a esa prisión en medio de un lejano planeta del sistema solar. Pero eso no fue todo: la combinación de talentos y habilidad del conejo y del astro le permitió a los compañeros de la NBA de Jordan -como Charles Barkley o Patrick Ewing- recuperar su habilidad.

En 1996Warner decidió sacarle el jugo a su personaje más emblemático y lo llevó a la pantalla grande acompañado del mismísimo Jordan, uno de los deportistas más importantes de la historia universal. Space Jam: el juego del siglo fue la película dirigida por Joe Pytka que se convirtió en un éxito mundial. Si hasta el mismísimo Michael reconoce durante la película estar cumpliendo su sueño de conocer a Bugs.

El consejo de Bugs

Sin intención de spoilear o ser muy repetitivos (porque probablemente todos hayamos visto la película ya), la historia está centrada en como un grupo de extraterrestres diminutos llega a la tierra de los Looney Tunes con la intención de llevar cautivos a los personajes para que sean uno de los atractivos del parque de atracciones. Luego de burlarse -con Bugs a la cabeza-, las caricaturas desafían a los pequeños a un partido de básquet. Si los extraterrestres vencían, podían llevarse a los dibujos. ¿Pan comido?. Quizás no.

Fuente: Twitter @WBLooneyTunes

Luego de aceptar el desafío, los alienígenas recurren al juego sucio y visitan distintos estadios donde están jugando las estrellas de la NBA. Por medio de sus poderes, les absorben toda su destreza. Y se convierten en gigantes (Monstars) prácticamente invencibles. Como Jordan había anunciado su retiro para dedicarse al baseball, no fue víctima del "robo" de los monstruos. Y a él recurren Bugs y Lucas para sumarlo como "refuerzo estrella".

Más allá de ser el mejor jugador de la historia -ya lo era al momento de la película, que coincide con su primer retiro; del que luego volvió para ganar tres títulos más con los Chicago Bulls en la vida real-, Jordan necesitó del consejo de Bugs para definir ese partido crucial. Y es que es el propio conejo quien le explica que al estar en la tierra de las caricaturas, puede estirarse casi elasticamente. ¿El resultado? Jordan logra encestar los puntos decisivos saltando desde la mitad del campo y estirando su brazo hasta el aro en los segundos previos al final del partido.

La película fue un éxito en su momento, ya que fue un imán para chicos -y no tan chicos- fanáticos de Bugs y de los Looney Tunes; y también para los amantes del deporte, la NBA y Jordan en particular. Y más allá del éxito en 1996 y los años posteriores, el éxito que tuvo el documental The Last Dance (basado en la inigualable trayectoria de Jordan), llevó a que Netflix adquiriera los derechos para tener en su catálogo Space Jam en algunos países de América.