Darren McGrady

Secreto revelado: el hombre que se quedó esperando a Lady Di para cenar la noche que murió

El cheff personal de la Princesa de Gales, Diana Spenser, contó el horrible momento que pasó la noche del 31 de agosto de 1997 cuando se quedó con la cena lista para ella y se enteró que había muerto en un accidente automovilístico.
lunes, 3 de agosto de 2020 · 11:39

La muerte de Lady Di paralizó al mundo entero y hasta el día de hoy se siguen conociendo detalles de aquella noche fatídica del 31 de agosto de 1997. Su chef personal Darren McGrady, quien además trabajó en la cocina para la reina Isabel II, develó un triste detalle sobre aquel día. 

Mc Grady era más que un simple empleado, el hombre pertenecía al círculo íntimo de la madre de Harry y William ya que tenían un gran vínculo amistoso. Él había sido el encargado de prepararle la cena a Diana aquella noche que murió en un accidente automovilístico en la ciudad de París.

"Estaba allí, tenía la comida para la cena, esperando a que ella regresara. Fue una espera horrible, horrible'', sostuvo en una confesión a la emisora KIIS 106.5 FM de Sídney, el cheff. El profesional también prestó servicios para la reina Isabel II en el palacio de Buckingham , su primera tarea fue cocinar zanahoria para alimentar a los caballos de la Reina, quien es fanática de estos animales.

El hombre preparaba cuencos de conejo e hígado mezclados con col y arroz. También se encargaba de preparar la comida de la docena de corgis, los queridos perros de la reina. El cocinero también develó uno de los gustos más particulares de la monarca "disfruta de un cóctel diario de ginebra y Dubonnet con una rodaja de limón y mucho hielo justo antes del almuerzo". 

Además destacó que ella odia los sabores fuertes como el del ajo y la cebolla. También le gusta mucho el dulce, adora el chocolate y como comida principal le encanta el pescado acompañado de papas fritas. En caso de que alguna preparación no sea de su agrado, Mc Grady explicó que la Reina deja un mensaje escrito en una especie de agenda o diario, haciendo saber que no quiere volver a comer ese plato.