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El Chavo del 8: los motivos de Gómez Bolaños para sacar del aire todos los productos de Chespirito
En septiembre de 1995 cuando Televisa decidió sacar al Chavo del 8 del horario central y sólo pasarlo los fines de semana. Esto fue rechazado por su creador que en un arrebato decidió sacar todo del aire y que no se emitiera más luego de 25 años de éxito.El Chavo del 8 fue una de las producciones mexicanas más vistas en todo latinoamérica en los últimos años. Los personajes de esta tira que en el año 1975 fue vista por más de 350 millones de televidentes cada semana, aún viven en los corazones de los televidentes y fueron creados por el gran humorista, Roberto Gómez Bolaños.
Algunos de ellos son El Chavo del 8, Quico, Don Ramón, La Chilindrina, La Bruja del 71, Doña Florinda, el profesor Jirafales, Doña Cleotilde, el Sr. Barriga y su hijo Ñoño y cada vez que alguién detrás de una pantalla en América Latina se encuentra con un episodio de El Chavo del 8 no puede dejar de verlo.
El último capítulo del Chavo del 8 se grabó en junio de 1992 y la muerte de Ramón Valdés fue el detonante para que Roberto Gómez Bolaños tomase esta desición, pero varios años despúes fueron varios los problemas que llevaron a que Chespirito sacase del aire de Televisa todos sus exitosos productos.
La drástica desición de Chespirito para sacar a todos sus productos del aire
Entre estos estaban “El Chavo del 8", “El Chapulín Colorado”, “Los Caquitos” y “El doctor Chapatín” entre otros. Fue en septiembre de 1995 cuando Televisa decidió sacar al Chavo del 8 del horario central y sólo pasarlo los fines de semana. Esto fue rechazado por su creador que en un arrebato decidió sacar todo del aire y que no se emitiera más luego de 25 años de éxito.
Televisa tomó esta desición en base a la baja que había tenido la audiencia en aquel momento. El público ya no acompañaba de la misma forma debido a la peleas públicas entre los integrantes del elenco, las ausencias de los personajes y los cambios en el elenco con nuevas incorporaciones que no funcionaron, además de la muerte de Ramón Valdés que ocurrió en 1988 y desde aquel momento nada volvió a ser igual.