Chespirito perdió el juicio y debió pagar una fortuna

La insólita demanda judicial que enfrentó a Beethoven, a la música electrónica y al Chavo del 8

Entre tantos rasgos distintivos que tiene El Chavo del 8, la cortina musical es uno de ellos. Con solo escuchar los primeros acordes, ¡ya la identificamos!. Pero detrás de su historia -y de otras cortinas de Chespirito- hay un fuerte conflicto judicial y que llega hasta al mismísimo Beethoven.
domingo, 7 de febrero de 2021 · 08:13

El Chavo del 8 es el programa de televisión mexicano más exitoso de la historia, sin duda alguna. Estrenada en 1973, sus episodios, sus chistes y su humor siguen haciendo reir como el primer día. ¡Si hasta lo disfrutan familias enteras, con dos y hasta tres generaciones que se ríen en simultáneo!.

La creación de Chespirito (nombre artístico de Roberto Gómez Bolaños) tiene infinitos rasgos distintivos; desde sus personajes hasta las frases de cada uno de ellos. Con ver solo algunos episodios, sabremos cuando el Chavito dirá "¡Se me chispoteó!" y "¡Fue sin querer queriendo!". O cuando Quico (Carlos Villagrán) cerrará su enumeración con un "¡Pues, me doy!".

Fuente: Instagram @lavecindaddechespirito

Y la cortina musical de El Chavo del 8 también es un rasgo característico. Con solo los primeros acordes ya somos capaces de reconocerlo. Ahora, ¿sabías que la pieza musical es en realidad una creación del excelentísimo Ludwig Van Beethoven?. ¡Pues ahora lo sabes! Y vamos a repasar cómo se convirtió en sinónimo del programa; ¡y en el inicio de una insólita disputa judicial!. 

Enfrentados

La "canción del Chavo" no es otra que la reconocida Marcha Turca compuesta por el famoso compositor y pianista alemán. Fue creada en 1811 y tuvo como destino acompañar una obra de teatro estrenada en 1812; junto a otras piezas creadas especialmente para la ocasión. 

El éxito no acompañó a la pieza teatral, por lo que la puesta en escena y la música que Beethoven compuso para ella quedaron rápidamente olvidadas, Y así hubiesen permanecido, de no haber sido por Jean-Jacques Perrey, un aficionado y apasionado de la música electrónica que revisaba en el "basurero" de la música clásica para recuperar piezas y reinventarlas con su sello.

En 1970, Perrey incluyó el fragmento de la abandonada Marcha Turca en la canción The Elephant Never Forgets (El Elefante nunca olvida). Y esta es la pieza que incluyó Gómez Bolaños para la presentación de El Chavo. Pero, además, el mexicano incluyó para sus programas fragmentos de Country Rock Polka y de Baroque Hoedown, otras dos creaciones de Perrey.

Sin cumplir lo que fija la ley de propiedad intelectual, Gómez Bolaños nunca pagó lo que correspondía a los derechos de esas obras por usarlas en sus programas. Y cuando El Chavo del 8 y el Chapulín Colorado se convirtieron en grandes éxitos, los representantes de Jean-Jacques Perrey decidieron reclamar judicialmente el pago de dichos derechos.

Perrey y otras cuatro grandes corporaciones que se veían perjudicadas por el no pago de los tributos correspondientes fueron a los tribunales contra Televisa y Gómez Bolaños; y en menos de un año hubo un acuerdo millonario en beneficio de Perrey y las corporaciones; lo que marcó el final del conflicto.