32 años y contando… Eso es lo que lleva en pantalla la serie animada Los Simpson que, como ya fue confirmado, tendrá al menos 34 temporadas. ¡Y podrían ser más!. Creados por Matt Groening, los vecinos más populares de Springfield se han convertido en una serie récord al superar en duración a cualquier otra.

En épocas donde las cancelaciones de la serie son una constante –muchas de ellas inentendibles, como ocurrió recientemente con Los Irregulares-; lograr estar 32 años (que serán, por lo menos, 34) no es poca cosa. Y detrás de ello hay un incansable e impresionante desempeño de un equipo de cerebros trabajando sin descanso.

John Swartzwelder fue uno de los guionistas estrellas de Los Simpson, y los 59 episodios que fueron de su autoría están entre los más brillantes de los amarillos personajes. Probablemente parte de esa decadencia de Los Simpson de la que ya hemos hablado en varias oportunidades tengan que ver con el alejamiento de Swartzwelder del detrás de escena.

Sobre todo porque sus intervenciones se extendieron durante las primeras 15 temporadas; y fue en ese momento en que se dio ese quiebre de calidad que advirtieron los grandes fanáticos, y también quienes son meros aficionados.

Entrevistado por el medio The New Yorker, Swartzwelder compartió algunos trucos y secretos en los que –según considera él- está la clave para haber tenido tanto éxito. Y si el mejor guionista que ha tenido Los Simpson en su historia lo dice, no debe estar tan alejado de la realidad.

Las 5 claves del éxito de Los Simpson

• Cada uno en su asunto.

Swartzwelder resaltó que la primera de las claves en las que –considera- radica el éxito de los episodios que salieron de su cabeza es que estaba bien claro que los ejecutivos no podían entrometerse en el contenido del episodio.

“Todo lo que teníamos que hacer era complacernos a nosotros mismos. Esa es una forma muy peligrosa de llevar una serie, dejando a los artistas a cargo del arte, pero funcionó realmente bien al final. Hizo que lloviese un montón de dinero sobre Fox durante 30 años”, sintetizó.

• Escribir para uno mismo.

Swartzwelder destacó además que nunca tuvo como premisa escribir episodios “para niños” o “para adultos”; sino que simplemente escribía para sí mismo, para los guionistas de comedia.

• Historias propias, adaptadas y repletas de chistes.

El mejor guionista de la historia de Los Simpson destacó que el circuito que recorrían sus capítulos comenzaba con una historia personal que alguien del equipo hubiese vivido. Luego se encerraban en una sala sumando la mayor cantidad de chistes, bromas y gags posibles a esa situación; y todo eso quedaba por escrito.

Luego esto se leía, se repasaba y se volvía a escribir cuantas veces hiciera falta, hasta pasar todos los filtros (entre los guionistas).

“Si una broma sobrevivía a todo eso, probablemente es bastante buena”, confesó.

• Sin apuros para que sea bueno.

Entre 6 y 8 meses; eso es lo que podía tomar el proceso creativo de un solo episodio de Los Simpson en su época dorada. Incluso, Swartzwelder contó que era un proceso agotador –ya que trabajaban en varios episodios a la vez- y que su estrategia era dejar la mayor cantidad de bromas que se le ocurría en cada capítulo, para que intentasen sobrevivir la mayoría de ellas.

• Escribir y reescribir.

Quien fuera el guionista estrella de Los Simpson destacó que a él le daba resultado tomarse un día entero, si hacía falta, para plasmar toda la idea que tenía del episodio en una hoja en blanco, casi de forma automática y sin pensarlo demasiado; una especie de "tormenta de ideas".

Una vez que tenía este material, releerlo y reescribirlo ya le parecía un procedimiento no solo menos tedioso; sino también más entretenido y atrapante. Y, una vez más, resaltó que a él siempre le funcionó no limitarse con las bromas e ideas que le llegaban a la cabeza.