La “ruleta rusa” que evitaría que la Reina Isabel II muera envenenada con su comida

La reina Isabel II cumplió 95 años hace unos días. Imagina la siguiente situación: servidos en una mesa, hay una determinada cantidad de platos. Todos cuentan con el mismo menú, pero uno de ellos está contaminado. Nadie sabe cuál es, y todos deben elegir uno de ellos, al azar.

No, no se trata de una novela de Agatha Christie, ni tampoco de una serie oscura de Netflix o de un thriller psicológico. Todo lo contrario, es la mismísima realidad. Y es la original estrategia de la Corona Británica y todos los protocolos reales para evitar que la Reina Isabel II muera envenenada.

El método infalible que cuida a la Reina Isabel

Recientemente, el ciclo televisivo Secrets of the Royals Kitchen (Secretos de la Cocina Real) reveló este método; comparable con la siempre temeraria ruleta rusa. Y es la forma en que, según confirmó la corresponsal de la Corona Británica, Emily Andrews, el entorno de la Soberana se asegura de que Isabel II no será víctima de envenenamiento en su comida.

En cuanto al método, consiste en que sea uno de los cocineros de la Reina quien elija un plato de todos los que ya están servidos (todos idénticos entre sí) para que se le sirva a la mujer. En tanto, el resto se distribuirá entre el resto de los comensales. En pocas palabras: no hay forma de saber de antemano cuál es el de la Reina y, si alguien quisiera envenenar su menú; debería contaminar todos los platos.

“Si muere elle, mueren todos”, resumió de forma simple Andrews.

El lugar preferido

Además de elegir personalmente qué va a comer cada día –su cheff prepara las raciones correspondientes a tres días consecutivos para que ella elija-, Isabel II tiene su espacio favorito para disfrutar de sus alimentos. Según confirmó Lady Colin Campbell (autora de biografías sobre los integrantes de la realeza), lo disfruta en su sala privada sentada frente a la televisión.