Del creador de Escalofríos.
Las historias de TERROR con las que crecimos: 3 razones para ver La Calle del Terror, en NETFLIX
Durante la primera mitad de julio, Netflix estrenó la trilogía de terror "La Calle del Terror", una clásica historia de terror inspirada en el subgénero "slasher" y que combina sangrientos asesinatos con brujas y otros seres sobrenaturales. Está inspirada en los clásicos de R.L.Stine.Dentro del género cinematográfico de terror y suspenso, hay distintos subgéneros o estilos. Y cada una tiene sus favoritos. Desde fines de los 70 y comienzo de los 80, tomó auge un subgénero que copó la pantalla gigante durante varias décadas: el slasher. Su nombre es una palabra derivada de slash, y que en inglés significa cuchillada.
En una especie de viaje nostálgico hacia los años de gloria de estas películas (las más recordadas son Halloween, Martes 13 y Scream, solo por mencionar algunas), Netflix estrenó recientemente una esperada trilogía que ha cautivado a los amantes del cine del terror clásico: La Calle del Terror. La historia transcurre en 1994, 1978 y 1666 (un año por entrega).
Inspirada en la obra de R.L.Stine, uno de los grandes autores de novelas de este tipo de historias (un terror más adolescente, con aparatosos fantasmas o monstruos y sin tanto suspenso psicológico), la trilogía está disponible en Netflix y es uno de los contenidos más vistos en distintos países.
La historia
Shadyside es el nombre del lúgubre pueblo en el que transcurre el argumento de La Calle del Terror. Ya desde el nombre, un neologismo de Shadow (sombra) y Side (costado), queda en evidencia que este poblado no es precisamente un lugar de ensueño. A ello se suma, además, la rivalidad con el pueblo vecino y que deslumbra con sus casas lujosas y estilo de vida.
Es la rivalidad entre ambos sitios lo que despierta el conflicto que da origen a la historia. La primera parte está ambientada en el año 1994 y en como una violenta broma entre adolescentes de ambos pueblos que termina en una atípica y terrorífica situación: la profanación del terreno en el que fue enterrada una bruja condenada a morir en 1666.
Luego de este desafortunado y accidental episodio, Deena (la adolescente que -sin intención- perturba el descanso de la bruja) es asechada por una especie de zombies que murieron hace ya años y que tienen una única misión: matar a la chica para que la bruja pueda volver a descansar en paz.
Con final abierto, la primera parte de La Calle del Terror: 1994 da lugar a La Calle del Terror: 1978, ambientada en un campamento registrado ese año y en el que otra adolescente (por aquel entonces) perturbó el descanso de la bruja y logró sobrevivir. En la segunda película el argumento se centra en 1978 y en cómo salvó su vida la primera perturbadora.
Mientras que la tercera película, La Calle del Terror: 1666 transcurre en el año en que la bruja fue colgada tras ser condenada a muerte, y en la maldición que lanzó para el lugar.
3 motivos para ver las 3 películas de La Calle del Terror
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Una buena película slasher
Las películas de terror del tipo slasher cuentan con una serie de ingredientes que no pueden faltar: un psicópata que tuvo una infancia o adolescente dura y expresa todo su resentimiento con asesinatos, un cuchillo / hacha / motosierra para cometer sus asesinatos y persecuciones que suelen extenderse durante varios segundos (en ocasiones, un lapso irrisorio).
Las víctimas de las películas del subgénero slasher, en tanto, suelen ser adolescentes rebeldes e indefensos que, en medio de su plenitud y del exceso de fiestas, alcohol y sustancias quedan a la deriva y como blanco perfecto de los asesinos.
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Combinación de elementos
SI bien los asesinos en La Calle del Terror son seres sobrenaturales (la mayoría de ellos, víctimas de la misma bruja que años atrás cumplió con su maldición), los realizadores juegan bien con el terror psicológico. Al igual que Jason en Martes 13 o que el asesino con la máscara en Scream, los villanos caen fácilmente en trampas que los hacen tropezar y dan más tiempo a escapar.
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Los clásicos de R. L. Stine
La colección Escalofríos fue, sin dudas, una de las obras más emblemáticas del escritor R.L.Stine. Sus historias de terror no suelen ser tan rebuscadas desde lo argumental, sino más bien traviesas, pícaras y hasta naífs; dignas de los adolescentes que las protagonizan. Y que también marcan el principal público que las consume.
Con la trilogía de La Calle del Terror ocurre algo similar, y la película asoma para convertirse -por qué no- en el regreso del universo R.L. Stine para los adolescentes del siglo XXI y en plena era del streaming.