La insólita RAZÓN por la que Jennifer Lopez y Ben Affleck detienen su demanda de divorcio

El proceso de divorcio entre Jennifer Lopez y Ben Affleck, anunciado en agosto de este año, ha dado un giro inesperado. A pesar de las tensiones que llevaron a la pareja a separarse tras dos años de matrimonio, una nueva información sugiere que ambos estarían reconsiderando su decisión y poder detener esta demanda por una insólita razón. 

Aunque la pausa en el divorcio deja abierta la posibilidad de un arreglo entre Jennifer Lopez y Ben Affleck, muchos consideran que el desgaste emocional y la constante atención mediática podrían ser factores determinantes para que finalmente se separen. Por ahora, ambos parecen estar evaluando lo que es mejor para ellos y sus familias, mientras navegan entre los recuerdos de lo que alguna vez los unió y las diferencias que los llevaron a este punto crítico.

Dudas persistentes en el proceso de divorcio entre Jennifer Lopez y Ben Affleck

De acuerdo con una fuente cercana a la pareja, entrevistada por Us Weekly, tanto Jennifer Lopez como Ben Affleck están enfrentando dudas respecto a la demanda de divorcio. "Todavía hay mucho amor entre ellos, pero el divorcio sigue adelante... Cuando están juntos como familia y ven a los niños juntos, les recuerda lo buenos que son como equipo y lo que es importante", afirmó la fuente.

Estas emociones contradictorias habrían llevado a Jennifer Lopez y Ben Affleck a detener temporalmente los trámites legales del divorcio como insólita razón para dejar abierta la posibilidad de una reconciliación.

Una de las insólitas razones detrás de este cambio sería la dinámica positiva que ambos experimentan cuando se reúnen con sus hijos. Jennifer Lopez, madre de los gemelos Max y Emme, y Ben Affleck, padre de Violet, Finn y Samuel, han notado que sus familias funcionan bien juntas en entornos compartidos, especialmente durante fechas importantes.

Jennifer Lopez habría intentado aprovechar las festividades para reunir a la familia y fortalecer los lazos entre ambos, con la esperanza de fomentar una posible reconciliación. Sin embargo, aunque las reuniones familiares son armoniosas, la pareja sigue enfrentando tensiones que les impiden dar un paso definitivo hacia la reconciliación o el divorcio.