Fue más famoso que Vicente Fernández, grabó más de 300 canciones y murió trágicamente a los 39 años

México es uno de los países más importantes dentro de la música y el cine a nivel mundial. A lo largo de la historia, enormes figuras consiguieron darse a conocer por su talento y su voz, siendo uno de ellos Vicente Fernández, quien para muchos es un estandarte en el género del regional mexicano. Sin embargo, décadas atrás, existió una leyenda que fue incluso más famoso que ‘Chente’, grabó más 300 canciones, pero murió trágicamente a los 39 años, causando una gran tristeza en todo el país.

Dicho personaje se trata del inmortal Pedro Infante, un ícono de la época de oro del cine mexicano y uno de los cantantes más aclamados de los años cuarenta y cincuenta. Pese a que murió a una edad temprana, el reconocido interprete grabó a lo largo de su carrera composiciones para las disqueras Peerles y RCA Víctor y su voz fue plasmada en más de 54 álbumes.

Aunque Vicente Fernández se convirtió en el último gran cantante del pueblo, lo que generó Pedro Infante a su corta edad jamás se ha vuelto a ver en la música mexicana. El nacido el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa era respetado incluso en los Estados Unidos, ya que los norteamericanos adoraban su gran voz en cada una de sus canciones, lo que lo llevó a codearse con otros artistas de la década como María Félix, Jorge Negrete, Andrés Soler, Evita Muñoz, Miroslava Stern, Carmen Montejo, entre otros.

Así fue la muerte de Pedro Infante

Cuando todo parecía que la carrera de Pedro Infante seguiría creciendo a pasos agigantados dentro de la música, la vida ya le tenía planeado un destino trágico, un accidente aéreo acabaría con sus sueños a los 39 años en Mérida, Yucatán.

No era la primera vez que el también conocido como el ‘Inmortal’ sufría un accidente arriba de un avión. Antes de su muerte, ya había experimentado dos percances que casi le quitan la vida antes de tiempo, pero pese a las señales que le daba el universo de no usar una aeronave, Pedro siguió volando sin temor morir.

Según varios medios de la época, el avión de pesca en el que murió Pedro Infante al intentar regresar a su casa antes de tiempo, se desplomó casi al instante de haber despegado, lo que provocó que se estrellara en el piso y explotara de manera instantánea el 15 de abril de 1957.

 Desde ese entonces, hubo varios cantantes que buscaron llenar el hueco que dejó el ‘Ídolo de Guamúchil’, pero ninguno lo consiguió. Sin embargo, a su modo, Vicente Fernández logró acercarse a su grandeza y se ganó el cariño de todo el pueblo mexicano, siendo el último ‘monstruo’ de los escenarios que la gente pudo ver.