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Shock hipovolémico: ¿qué es, cuáles son sus SÍNTOMAS y cómo se relaciona con el Covid-19?

El shock es común en pacientes enfermos con COVID-19, se asocia con una alta mortalidad y puede estar presente en etapas tempranas de la hospitalización.
lunes, 2 de noviembre de 2020 · 16:59

El desarrollo de shock es común en pacientes críticamente enfermos con COVID-19, pues se desarrolla hasta en el 67% de los pacientes en cuidados intensivos y se asocia con una alta mortalidad. El shock hipovolémico es la respuesta sistémica al coronavirus que resulta en la pérdida de volumen en el cuerpo de manera súbita.

La atención óptima del shock hipovolémico requiere un reconocimiento rápido con una evaluación y diferenciación precisa.

El domingo murió la productora de 'HOY', Magda Rodríguez, y el parte médico indicó que sufrió un shock hipovolémico.

El shock hipovolémico puede estar presente en etapas tempranas de la hospitalización. Estos son sus síntomas:

  • Pérdida de sangre, hemorragia / hemorragia interna o externa.
  • Pérdida de agua, vómitos, diarrea, transpiración.
  • Movimiento de líquido celular desde el interior de las células al espacio que las rodea.
  • Ansiedad o agitación
  • Piel fría y pegajosa
  • Confusión
  • Disminución o ausencia de gasto urinario
  • Debilidad generalizada
  • Piel de color pálido
  • Respiración rápida
  • Sudoración, piel húmeda
  • Pérdida del conocimiento

La administración de líquidos por vía intravenosa para compensar la deshidratación debe evaluarse pues puede empeorar el edema pulmonar y la hipoxemia. 

Tres etapas principales del shock hipovolémico

En las primeras etapas del shock hipovolémico el cuerpo no puede satisfacer la demanda de oxígeno y nutrientes celulares. Para mantener la perfusión en los órganos (el paso de un fluido, a través del sistema circulatorio o el sistema linfático, a un órgano o un tejido, normalmente refiriéndose al traspaso capilar de sangre a los tejidos), el cuerpo reacciona activando varios mecanismos compensatorios que provocan desviar la perfusión de otros órganos.

Si el estado de shock no se reconoce, se prolonga o no se trata, progresará a una etapa terminal. Los cambios fisiopatológicos que ocurren durante el shock se pueden dividir en tres etapas.

Etapa 1 (compensada): El sistema nervioso simpático es selectivo, derivando sangre al corazón, cerebro y pulmones, lo que disminuye la perfusión a otros órganos. Durante la etapa compensada, existe una pequeña ventana de oportunidad para intervenir rápidamente y restaurar la perfusión.

Etapa 2 (descompensada o progresiva): El shock descompensado o progresivo ocurre cuando los mecanismos compensadores comienzan a fallar y no pueden restaurar la perfusión. Esto resulta en hipotensión, reducción de la perfusión de órganos, alteración del suministro de oxígeno, metabolismo anaeróbico y producción de ácido láctico. Sin embargo, el shock aún puede ser reversible en esta etapa con una intervención inmediata.

Etapa 3 (irreversible): El shock irreversible ocurre cuando los tejidos y las células se vuelven isquémicos y necróticos. Esto resulta en hipotensión y posible disfunción multiorgánica. A pesar de la reanimación agresiva, es posible que las intervenciones solo tengan resultados mínimos en la reducción de la morbilidad y la mortalidad.

Su relación con el Covid-19

El shock ha sido implicado como la principal causa de muerte en el 7% de los casos de coronavirus. Los 4 tipos de shock (distributivo, cardiogénico, obstructivo e hipovolémico) se han observado en pacientes con COVID-19.

El shock es común en pacientes enfermos con COVID-19 y se asocia con una alta mortalidad. Se necesitan más estudios para aclarar si hay matices en el manejo del shock asociado al COVID-19.

El contacto frecuente con el paciente, debe minimizarse en los casos de COVID-19 para reducir la exposición al virus proveniente de China.

 

DBO