HOGAR

Sansevieria o lengua de suegra con hojas amarillas ¿Cómo solucionarlo?

Una de las mejores plantas desde el punto de vista ornamental, la sensevieria, puede enfermarse fácilmente y marchitarse. Leé la nota y enterate cómo evitarlo.
miércoles, 3 de noviembre de 2021 · 00:04

La sansevieria es una planta que puede ser cultivada en el jardín o en masetas dentro del hogar. Popularmente conocida como lengua de suegra, tiene una belleza admirable por lo cual la hace perfecta para decoración en diseño de interiores y parques.  Sin embargo, esa belleza se puede ver afectada cuando empieza a mostrar signos de enfermedades, reflejados directamente en sus hojas amarillas.

Es una pena ver una sansevieria a punto de marchitarse, con sus hojas verdes casi desaparecidas en su totalidad, especialmente cuando sus hojas verticales y erectas son quienes le dan el toque característico a un ejemplar inigualable. Y las enfermedades de la lengua de suegra pueden darse por diversos motivos, pero el motivo central es su abismal descuido, ya que esta planta de jardín e interiores no requieren cuidados específicos.

Originarias de África pero con fuerte presencia en países de América Central y Latinoamérica, la sansevieria puede comenzar a mostrar signos de enfermedades antes de que comience a marchitarse. El primer factor puede ser porque se la expone por mucho tiempo a polos de temperatura en el jardín: de altas temperaturas por la tarde a grados bajo cero por la madrugada.

Frente a este descuido, lo recomendable por quienes más saben del jardín es proveerlas de diferentes herramientas para mantenerla con vida. Por ejemplo, se podría cambiar su lugar de cultivo durante el invierno y cubrirlas por las noches, como así también agregarle un mantillo sobre el sustrato, ayudando a evitar dichas condiciones climáticas y mantener a la sansevieria con vida.

Foto: Unplash

Por otro lado, el desinterés y el repentino amor que le podemos demostrar a la sansevieria también generará enfermedades en la planta. Tal es el caso de los descuidos que se le brinda cotidianamente y después, como reparo, regarla a cada hora y excederla de sustrato, generando un efecto adverso en el jardín.

Foto: Unplash