El yogur que tienes que eliminar de tu dieta para siempre: los motivos

El yogur ha sido base en las dietas en diferentes momentos de historia ya que se estima que su consumo es anterior al comienzo de la agricultura, época en donde se conocía la ganadería y se consumían diferentes productos lácteos, consolidando una alimentación sana. Quienes más conocen de historia sostienen que en un principio se comenzó a transportar la leche fresca en sacos realizados con piel de cabra, ya que era un alimento esencial y necesitaba ser distribuido en las aldeas. Sin embargo se producían reacciones que fermentaban la leche y se obtenía como resultado una masa coagulada.

Por lo tanto, al ser un alimento histórico, el yogur es parte de una alimentación sana y balanceada, teniendo en cuenta sus vitaminas, preferentemente del grupo B, y que también contiene bacterias capaces de convertir a la lactosa en ácido láctico que impide el desarrollo de bacterias que pueden perjudicar al intestino debido a la descomposición de alimentos. Sin embargo, con el correr del tiempo se han consolidado importantes investigaciones que confirman que no todos los yogures son sanos.

No todo yogur constituye un alimento nutritivo y saludable, según Bernadette Moore, integrante de la Escuela de Ciencias de la Alimentación y Nutrición de la Universidad de Leeds. Según su estudio, desarrollado en 2018, gran parte de estos alimentos contienen una cantidad de azúcar mayor a la recomendada. El 90% de los yogures superaban el límite impuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de cinco gramos de azúcar de cada 100 gramos de alimento.

Estos alimentos estaban catalogados como desnatados o bajos en grasa, por lo tanto su consumo debe suspenderse, siempre y cuando presente una violación a los límites mencionados anteriormente. La razón se debe a que este tipo de yogur contiene más azúcar para mejorar su sabor, es decir que puede ser menos calóricos, pero el exceso de azúcar es un perjuicio.

En consecuencia, especialistas sugieren buscar otras fuentes de calcio para que el yogur sea remplazado. Alimentos como almendras, brócoli, sésamo, garbanzos y sardinas pueden sustituir a aquel alimento, mientras que hay otros saludables para las personas que son intolerantes a la lactosa. Es por eso que pausar la ingesta del lácteo puede ser posible, buscando otras variantes.