Pérdida de memoria: este es el origen, según un neurocientífico

La pérdida de memoria es una enfermedad que cada vez suma más estudios, afín de conocer en detalle su origen y, quizás, una posible solución para evitar ese deterioro cognitivo. Especialistas aseguran que la memoria cambia con el tiempo y que el cerebro almacenará algunos recuerdos y otros los eliminará, pero poco se sabe sobre sus razones, hasta ahora.

En diálogo con Clarín, el neurocientífico Pedro Bekinschtein, biólogo y doctor de la Universidad de Buenos Aires, explicó que existen dos tipos de memoria: memoria declarativa y memoria no declarativa. La primera es la episódica, de acceso consciente, mientras que la segunda es memoria semántica, que es la memoria para hechos, de conocimiento general, como por ejemplo que El Chavo del 8 es un programa muy visto en México y el resto de América.

Qué tipos de pérdida de memoria son más frecuentes

En lo que respecta a la pérdida de memoria, el especialista asegura que puede darse una pérdida patológica (como en una demencia o un trastorno mental) y por otro lado, los olvidos naturales ligados a un envejecimiento normal del cerebro que afecta sobre todo a las memorias episódicas. Así mismo, el profesional asegura que la memoria no declarativa se afecta mucho menos, por lo que es poco probable que pierda esa capacidad con el envejecimiento (como por ejemplo correr o andar en bici).

En esta misma línea, Pedro Bekinschtein asegura que el deterioro cognitivo se da de forma paulatina y que es complejo entender los motivos principales porque la memoria es un proceso de construcción constante y flexible. Es por ello que no hay que “ver al cerebro como una cámara de fotos”, debido a que es más que eso, porque todo lo que vemos tarda un tiempo en estabilizarse y procesarse. Lo que sí se sabe es que tenemos menos capacidad de consolidar información.

Por último, en lo que respecta a la pérdida de memoria y al deterioro cognitivo, el profesional asegura que no todas las memorias se pierden de la misma manera porque en general los recuerdos que están asociados a una carga emocional mayor se almacenan con más fuerza. Así mismo, permanecerán mejor los recuerdos más remotos que los más recientes.