Toma aire antes de conocer el significado del canto de un grillo

El canto del grillo ha sido objeto de múltiples estudios. Este insecto pertenece a la familia del insecto ortóptero y muchas veces se los relaciona con los saltamontes, pero saltan menos que ellos. Además de su canto, una gran característica es la velocidad con la que pueden correr, por lo que si te encuentras con uno en el jardín, probablemente dejes de verlo a los pocos segundos.

El grillo excava una madriguera (puede medir hasta 50 centímetros) en el jardín con dos grandes objetivos: por un lado, protegerse de las amenazas externas, mientras que por el otro (en el caso de los machos) es su entrada para cantar y atraer a las hembras. Por lo tanto, si tomas una pala y comienzas a excavar en el parque, seguramente que te encontrarás con una profunda madriguera y algunos grillos.

El canto del grillo es un tanto peculiar, ya que lo hacen frotan sus alas, haciendo que produzcan una vibración resonante e intensa. Además, independientemente de dónde lo escuchamos, es casi imposible localizarlo. Esto se debe a que la longitud de onda del canto es similar a la distancia que hay entre los dos oídos humanos.

Esta es la razón del canto del grillo

La hembra tiene una especie de tímpanos que le permite escuchar el canto del insecto macho. El sonido sirve para que las hembras lo localicen y les permita saber si se trata de un individuo de gran tamaño. Y el tamaño es vital porque los grillos machos grandes son los mejores al momento de buscar recursos en la naturaleza. Entonces, científicos de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, comprobaron realmente que los grillos machos utilizan su repetitivo canto para atraer a sus potenciales parejas.

Un insecto farsante

Si bien el canto del grillo dependerá del tamaño del insecto, los grillos de árbol son casi transparentes y se caracterizan por cambiar el tono de su canto con la temperatura. Una de las especies, el Oecanthus henryi, canta con un agudo y chirriante tono de 3,6 kilohercios (kHz) cuando la temperatura es de 27 grados centígrados, haciendo confundir a las hembras del jardín.