¿Qué pasa si me limpio los oídos con cotonetes?

Se ha vuelto una costumbre entre las personas limpiarse los oídos con hisopos o mejor conocidos como “cotonetes”. Sin embargo, médicos, especialistas y hasta los mismas marcas de dichos productos han recalcado que estos no deben insertarse pues puede ser muy peligroso para el órgano auditivo.

A pesar de que la gran mayoría de la gente se limpia los oídos con cotonetes por “higiene” es importante señalar que la cera que se encuentra dentro de ellos sirve para mantenerlos lubricados, limpios y protegidos de agentes externos, por lo que al retirarla quedará expuesto a infecciones, pero también puede sufrir una grave lesión.

De acuerdo con un estudio realizado por un hospital de la niñez en Estados Unidos, 12.500 menores de 18 años acuden cada año a los servicios de emergencia por heridas en el oído relacionadas con el uso de estos cotonetes, lo que equivale 34 infantes al día.

Esta investigación arrojó que el 73% de esas lesiones ocurrieron durante la "limpieza" de los oídos, un 10% mientras los niños jugaban y otros casi 10% se debieron a caídas cuando los niños tenían los cotonetes insertados en la oreja.

Estas son las razones para no limpiarse los oídos con cotonetes

Aunque parece una actividad inofensiva, la cual se hace para mantener limpio el oído es una práctica incorrecta la cual puede traerte grande afectaciones como lo son:

• Puede causarte lesiones que te llevarían directo al hospital
• Aumenta el riesgo de que se cree un tapón de cerumen, al empujar la cera hacia el interior del conducto auditivo y te provoque un serio problema en el órgano.
•  Provocarás que el oído esté más vulnerable, pues la cera que lo protege al ser retirada podrá entrar polvo y bacterias.
• El tímpano es una membrana que separa el oído externo del oído medio, por lo que puede romperse fácilmente por cualquier objeto que sea introducido.

¿Cómo limpiar el oído?

No es necesario utilizar ningún producto como los hisopos, cotonetes, papel o cualquier otra cosa para limpiar el oído, pues este al masticar, mover la mandíbula o con el nacimiento de la nueva piel va empujando de manera natural el cera, esto provocará que se caiga al momento de la ducha, sin necesidad de algún objeto para extraerla.