Salud

¿Qué pasa si duermo con la boca abierta?

Además de los ronquidos, tener este hábito puede tener detrás algunos problemas de salud o puede derivar en otros trastornos
miércoles, 20 de abril de 2022 · 10:00

Uno de los hábitos más comunes al momento de conciliar el sueño es el de dormir con la boca abierta, y aunque podría parecer algo inofensivo, puede derivar en algunos problemas de salud, por lo que es importante detectar si se hace esta práctica recurrentemente.

El dormir con la boca abierta puede deberse a alguna enfermedad respiratoria, tales como asma, sinusitis o alergias estacionales lo que provoca a tener las fosas nasales y vías respiratorias bloqueadas, por lo que se requiere respirar a través de la boca. Lo mismo ocurre cuando se sufre de alguna gripe o resfriado.

También si se tienen problemas congénitos como deformaciones en la nariz, la mandíbula o el tabique nasal desviado causan complicaciones al respirar, y en estos casos se puede corregir el hábito con cirugía.

Otras causas que provocan dormir con la boca abierta es si se es fumador o se tiene sobrepeso, pues fumar irrita el revestimiento de las vías respiratorias provocando hinchazón y congestión, haciendo difícil respirar por la nariz porque el flujo de aire disminuye; mientras que si se tiene trastornos de peso los pulmones trabajan más y por lo tanto necesitan más oxígeno.

¿Qué pasa si duermo con la boca abierta?

Dormir con la boca abierta además de provocar ronquidos puede derivar en algunos problemas de salud, como lo es el poder padecer caries, ya que respirar por la boca es perjudicial para la higiene bucal. Esto se debe a que la resequedad puede provocar mal aliento, ya que la saliva ayuda a humedecer y a limpiar la boca neutralizando los ácidos producidos por la placa. 

Otro de las afectaciones más importantes es que se puede derivar apnea obstructiva del sueño, enfermedad que se produce cuando los músculos de la garganta se relajan demasiado y las vías respiratorias se estrechan, ocasionando la necesidad de inhalar aire por la boca. De esta manera el cerebro puede despertarse entre cinco y 30 veces para abrir las vías respiratorias por la necesidad de inhalar aire, lo que provoca una mala calidad del sueño.

Es así que si se sufre alguno de estos trastornos, se recomienda evitar dormir boca arriba, y mejor optar por acostarse hacia un lado o incluso con la cabeza un poco más alta. Asimismo, es importante que se visite a un especialista para tratar el origen y las consecuencias de esta dificultad respiratoria.