Simple y económico: cómo cultivar fresas en macetas

El jardín no solo contará con flores de la más variada índole, ya que también podremos cultivar plantas frutales para disfrutar de sus frutos. Teniendo un huerto urbano en casa y algunas macetas, podrás sembrar fresas, cuyos cuidados la posicionan como una de las más fáciles de cuidar, además de ocupar poco espacio.

De acuerdo a especialistas, el mejor momento para cultivar fresas son los meses que comprende entre noviembre y marzo, aunque es necesario tener en cuenta que resultará difícil hacerlo a partir de la propia semilla, por lo que debemos acudir a viveros para ahorrar gran parte del tiempo y comprar los plantines para su posterior cultivo en el jardín.  

Para cultivar las fresas en nuestro jardín nos bastará con cualquier tipo de macetas, siempre que tengan un buen drenaje. Mientras que al ser plantas rastreras, no es necesario que tengan gran profundidad, por lo que con unos 20 cm será suficiente. Mientras que si optamos por una jardinera grande, debemos que dejar unos 20 cm entre un plantón u otro. Siguiendo esta línea, otra de las claves pasará por una cualidad de la tierra, ya que sí o sí deberá tener algo de humedad sin abastecerla en exceso.

En lo que respecta al cuidado de las fresas, no es ningún secreto decir que las tareas de jardinería son sencillas. En lo que respecta a la luz, es menester que reciban hasta 8 horas de sol directo a diario. Es por ello que las macetas deberán estar colocadas en una zona donde impacte el sol en gran parte del día. Por su parte, el abono debe ser 100% orgánico, además de contar con una importante cantidad de nitrógeno.

Finalmente, el riego será esencial para las fresas. Si están cultivadas en el jardín, el riego más efectivo será el goteo. Mientras que si las plantas están en macetas, habrá que implementar riegos moderados para garantizar la humedad de la tierra constantemente. En este punto, lo ideal es regarlas cuando la capa superior del sustrato esté un poco seca y, en caso de estar en una maceta, eliminando el agua sobrante del plato tras regarla.