Así debes podar las lavandas para obtener más flores en primavera

Las lavandas representan una de las flores más radiantes y hermosas, especialmente por el aroma que emanan. Estos sofisticados ejemplares combinan un aspecto particular y rústico, potenciado con un perfume que es usado para la elaboración de fragancias. Tenerlas en casa nos aportará una belleza única, y para obtener más flores en primavera es necesario conocer un truco de poda que te enseñaremos a continuación.

El aroma de las lavandas no solo se limita a sus flores, sino que toda la planta está cubierta por aceites esenciales que se liberan con el roce, usándose para perfumar los ambientes, aprovechando así sus propiedades antisépticas y aromáticas. Y además de impregnar el hogar con su olor, también se puede aplicar a la ropa ya que sus características ahuyentan a las polillas.

Por otro lado, podemos preparar un repelente casero para erradicar distintas plagas que atentan contra el jardín y los huertos urbanos. Se trata del purín de lavandas, que se elabora a partir de 200 gramos de estas flores por cada litro de agua, macerando por 2 semanas  y luego rebajado al 20%. Mientras que otra de las propiedades de estas plantas nos permiten atraer abejas y mariposas, por lo que resulta vital conocer cada uno de los usos.

Distintos especialistas afirman que la forma más fácil de propagarlas es por esquejes. Hay que tomar las estacas, colocarlas en perlita o en un sustrato suelto hasta que enraicen y luego trasplantarlas a otro sector. Es menester saber que las lavandas necesitan de sol pleno y prefiere los suelos bien drenados y profundos, mientras que su punto débil es el exceso de agua.

Y para que sus flores sean más abundantes, es necesario hacer la poda de las lavandas en primavera. Al realizar esta tarea, es importante desarrollarla en forma de semiesfera, logrando así mejores resultados. En cuanto a la cosecha, especialistas en jardinería sostienen que se debe realizar a fines de verano, en días secos y soleados. Luego las flores se deben colocar a secar en pequeños ramos con el tallo hacia arriba, en un lugar con correntada de aire y sombra.