Fácil y sencillo: abono casero para revivir plantas

El abono es fundamental para el cuidado de plantas ya que permitirá el buen brote de las mismas. Sabemos que las tareas de jardinería son esenciales, ya sea cultivando flores, podando ejemplares o protegiéndolas contra las duras heladas. En consecuencia, el cuidado del jardín dependerá de distintos conocimientos y actividades de mantenimiento, permitiendo así que el verde se expanda por todo el parque.

Aprovechando la primavera, que es el mejor momento para las plantas porque florecen y crecen rápidamente, debemos aportarle nutrientes a los ejemplares que tengamos en el jardín. Esto será a través de un abono casero que contará con importantes nutrientes para cada planta, estimulando su desarrollo y permitiendo que crezcan saludablemente.

Es por ello que para combatir esas temporadas en donde observamos que las plantas no crecen, tenemos que acudir a un abono específico que revertirán la situación. Ante un panorama de ausencia de compuestos en el sustrato que causarán que las plantas estén decaídas o pierdan su color, podrás preparar un abono casero infalible para revivir la naturaleza de tu jardín.

Para la elaboración del abono que le devolverá la vida a tus plantas necesitarás reunir algunos ingredientes que fácilmente podrás tener en casa. En primer lugar, 200 gramos de frijoles tipo alubias y residuos de café extraídos cuidadosamente de la cafetera. Luego tendrás que tener a mano un recipiente de plástico y una regadera.

La preparación comenzará colocando medio litro de agua en un recipiente de plástico y añadiendo los 200 gramos de alubias. Después dejarás reposar durante 6 horas y transcurrido el tiempo, con la ayuda de un colador, separarás el agua de las alubias en otro recipiente. Luego deberás añadir medio litro de agua y agregar una cucharada de los residuos de café. Posteriormente tendrás que mezclar y dejar reposar durante dos horas y colocarlo en una regadera para usarlo. Es recomendable utilizarlo en tus plantas durante dos días seguidos para que los componentes del abono puedan desarrollarse y se puede conservar en la heladera hasta un mes sin que pierda sus propiedades.