Huerto: estos son los cuidados claves del romero

En el jardín no solo podremos cultivar las más hermosas flores, ya que si tenemos lugar para un pequeño huerto, disfrutaremos de distintas frutas, verduras y hierbas aromáticas. Y uno de los ejemplares que mayores resultados nos darán es el romero, por lo que te enseñaremos cuáles son las principales precauciones a tomar si decidimos cultivar esta hierba leñosa de hojas perennes en nuestro parque.

El romero se caracteriza por lucir hojas de color verde oscuro, con un aroma único, ideal para condimentar distintos platos gastronómicos. Mientras que sus propiedades también lo posicionan como una de las plantas medicinales más efectivas para tratar afecciones. Aunque, a pesar de sus beneficios, es menester decir que tenerlo en el jardín también atraerá distintas plagas, como la del hongo oídio o la araña roja.

En primer término, hay que saber dónde plantar el romero. Perfectamente puede colocarse en huerto o jardín, siempre que no esté expuesto a bajas temperaturas o calor extremo. Mientras que la recomendación para que brote en óptimas condiciones es que se cultive en lugares con climas templados o secos. Además, expertos en la materia sostienen que esta hierba también se puede cultivar en una maceta y colocarla dentro del hogar, al lado de una ventana, demostrando su versatilidad para adaptarse a distintas circunstancias.  

Siguiendo esta línea, es importante garantizarle semisombra a la mencionada hierba. Esto se debe a que el exceso de sol podría ocasionarle quemaduras en sus hojas y un déficit puede perjudicar su desarrollo. Mientras que en lo que respecta al riego, es fundamental que se haga cautelosamente. La técnica para saber cuál es el momento ideal para su riego es introduciendo un dedo en el sustrato del jardín y notar que está seco casi en su totalidad.  

Finalmente, ya sea en el jardín o en el huerto, la poda del romero será trascendental para un buen resultado. Es por ello que el trabajo de jardinería debe realizarse cuando aparezcan flores secas o amarillas. Además, no se debe podar más de un tercio de la planta cada vez que se haga esta tarea. Mientras que la época ideal es en primavera.