Esta es la regla que tus hijas no deben aprender

La familia, histórica y tradicionalmente, impone postulados y obligaciones a las personas más pequeñas del núcleo. Esta especie de educación que brindan durante la infancia de los niños queda marcada de por vida en los infantes, repercutiendo para siempre en el desarrollo de su vida. Las hijas son quienes más sufren estos padecimientos, causándoles trastornos o enfermedades.

En un mundo totalmente machistas, toda –o casi toda- familia ha enseñado a las niñas del núcleo que deben comportarse de cierta manera, sin embargo, imponer como debe ser su comportamiento impide que las pequeñas exploren el mundo y descubran lo que en realidad prefieren hacer, lo cual es indispensable para su desarrollo. En este sentido, es común que las madres dentro de familias muy tradicionalistas enseñen a sus hijas la regla de la modestia, es decir, ser sumisas y obedientes.

Esta regla inculcada desde la infancia se refiere a un comportamiento en el que se intenta que las niñas sigan cierto tipo de estereotipos, tener un perfil inferior al de los hombres, ser severas y no expresar comunicados que no se les ha pedido. A lo largo de la historia, este tipo de educación causó graves consecuencias en las hijas, por lo que es necesario cambiarlas.  

Es que distintos estudios demostraron que las hijas que fueron criadas por sus madres con la regla de la modestia desarrollan problemas como el síndrome de la impostora, el cual es un problema en el que las mujeres no se sienten capaces de cumplir con ciertas tareas porque dudan de sus capacidades, las cuales siempre estuvieron en las sombras.

En consecuencia, un consejo que siempre se les brinda a las madres y a adultos responsables de la familia es, si tienen hijas, evitar inculcar la regla de la modestia. De esta forma, la mujer crecerá segura de sí misma, sabiendo cómo y cuándo luchar por sus derechos y aparentando ser una persona sumisa ante la violencia machista y patriarcal.