Esta es la mascarilla de leche anti arrugas que amarán las mujeres mayores de 50 años

Puedes decirle adiós a las arrugas con distintos productos. SI bien lo más convencional es comprar cremas de farmacia, lo cierto es que existen otras técnicas naturales y caseras. En este caso te hablaremos de una mascarilla de leche sensacional, con propiedades únicas, que beneficiará especialmente a mujeres de 50 años. Toma lápiz y papel para aprender a prepararla y asegurar una piel de porcelana.

Con este truco, las mujeres de 50 años hidratarán su piel, la cuidará de agentes externos que dañan el cutis y, principalmente, colabora a reducir las pronunciadas líneas de expresión producto de la vejez y la pérdida de colágeno. Además, esta técnica cuenta con la ventaja de que la podremos elaborar con ingredientes que tenemos en la nevera, sin necesidad de gastar dinero extra en costosos productos.

Por ende, si queremos quitar las arrugas del rostro será necesario contar con leche y con otro ingrediente con propiedades única: la miel. Esta mezcla es fantástica para el cutis porque ayudará a mejorar la producción natural de colágeno, activar la regeneración celular y, lógicamente, a hidratar tu piel.

¿Cómo elaborar la mascarilla de leche anti arrugas?

Para preparar esta mascarilla de leche que eliminará todo rastro de vejez del rostro tendremos que reunir 3 cucharadas de leche y 4 cucharadas de miel. Solamente debemos mezclar el lácteo con el alimento producido por las abejas hasta conseguir una preparación homogénea y cremosa que podamos aplicar en la cara. Si notamos que no tiene la consistencia deseada, podremos añadir una pizca de cualquiera de los dos ingredientes. Así mismo, se recomienda que los ingredientes estén a temperatura ambiente al momento de elaborar la mascarilla.

Para quitar las arrugas, las mujeres de 50 años deberán aplicar esta mascarilla de leche sobre el rostro, haciendo previamente la correspondiente prueba de alergia. Solo tendremos que aplicar sobre el rostro y dar un pequeño masaje circular, dejando reposar por 20 minutos y después enjuagar el rostro con agua tibia. Este truco lo podremos desarrollar dos veces por semana.