Paso a paso: cómo producir colágeno mientras duermes

El colágeno es vital para mejorar la belleza del rostro ya que es una proteína crucial para conseguir una piel de porcelana. Sin embargo, con el correr de los años, su producción comienza a reducirse drásticamente, por lo que serán más frecuentes arrugas y líneas de expresión. Por ende ante el envejecimiento prematuro que se puede originar a partir de los 30 años, te recomendamos probar con este truco para el cuidado de la piel que podrás realizarlo mientras duermes.

En consecuencia, para garantizar la belleza del cutis, tendremos que preparar una mascarilla casera para ocupar en la noche, mientras dormimos. De esta forma, podremos obtener esta proteína de forma natural, sin necesidad de acudir a cosméticos. Para ello solamente necesitarás algunos ingredientes que seguramente ya tienes en la cocina o que son muy fáciles y económicos. Eso sí, recuerda que lo mejor será acudir con un dermatólogo para que te indique si este tratamiento facial es ideal para ti, o realizar una prueba de alergia.

Por lo tanto, con esta mascarilla que se encarga de mantener la elasticidad e hidratación en los tejidos de la piel, podremos vernos mucho más jóvenes de lo que somos, destacando la belleza de la dermis. Concretamente, encontraremos beneficios tales como: reducción de arrugas y líneas de expresión; piel hidratada; prevención del envejecimiento prematuro; protección ante agentes externos; eliminación de manchas de la cara.

¿Cómo producir colágeno mientras duermes?

Para lograr el eficiente cuidado de la piel tendremos que elaborar una mascarilla casera nocturna y natural. Estos tratamientos faciales contienen ingredientes con vitaminas que ayudan a estimular el colágeno en la piel. Y una de las mascarillas más efectivas es la de aceite de oliva. El aceite de oliva puede ser un gran aliado para producir colágeno, ya que contiene vitaminas A y E, poderosos antioxidantes que te ayudarán a lucir una piel de porcelana.

Solo debes mezclar dos cucharadas de aceite de oliva con una cucharada de miel, una cucharada de aceite de sésamo y una cucharada de aceite de almendras. Aplicarás sobre el rostro y dejarás actuar toda la noche. Por la mañana siguiente enjuaga con abundante agua y lava tu rostro como normalmente lo haces. Con el correr de los días notarás la belleza del cutis, gracias al cuidado de la piel producto del incremento de colágeno.