JARDINERÍA
Cuna de Moisés: estos son los simples pasos para reproducirla
Si tienes ganas de reproducir tu cuna de Moisés, te recomendamos seguir esta técnica para lograr un resultado efectivo.La cuna de Moisés es una de las plantas más buscadas, a causa de la belleza que representan. Se trata de un ejemplar que puede decorar cualquier ambiente del hogar y qué mejor que tenerlo en agua. Es por ello que hoy te enseñaremos a hacer la reproducción de este ejemplar para que crezca en agua. Se trata de un trabajo de jardinería simple y sencillo que no te demandará mucho tiempo.
¿Cómo reproducir la cuna de Moisés en agua?
Para realizar esta tarea de jardinería, el primer paso consistirá en llenar un recipiente de agua con agua fría o ligeramente tibia. Luego, aplicar un fertilizante mezclado con el agua. A continuación, deberás colocar la planta en el agua y asegurarte de que esté completamente cubierta por el líquido. Pero antes de hacerlo, limpiarás muy bien las raíces para que no queden tierra, en caso de ser por esqueje, y si son semillas solo sumérgelas.

Realizado esto, debemos dejar que las semillas germinen durante 7 días, sin removerlas del recipiente. Una vez que la planta haya dado raíces, retiraremos la cuna de Moisés de la solución de agua y colocaremos los brotes en un recipiente nuevo con agua fresca. Y en caso de los esquejes, solo agregaremos un poco de vinagre al agua para evitar que se pudran las raíces después de haber colocado la planta en el agua.
Por último, tendremos que asegurarnos de que el nivel del agua cubra completamente las raíces y mantener el recipiente en un lugar con alta humedad, pero al que no le pegue la luz del sol de manera directa. De ahí en más, la reproducción estará garantizada y solo restará cuidar la planta en agua para que florezca.

Para cuidar la cuna de Moisés, entre las principales tareas de jardinería se encuentran:
- Fertilizar la planta por lo menos una vez al mes, no es necesario que le des grandes dosis.
- Colocar la planta en un lugar cálido, con luz solar indirecta, para que reciba suficientes rayos solares, pero sin quemarse, como la ventana, una mesa de centro en la sala o el dormitorio.
- Cambiar el agua cada dos semanas.