3 peligrosos comportamientos en jóvenes de 30 años que son señales de Alzheimer

El Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa que si bien no tiene cura, se puede prevenir a través de distintos hábitos, manteniendo así al cerebro saludable, como así también a las capacidades cognitivas. Y si bien se cree que afecta a adultos mayores, algo que es verdaderamente cierto, también podemos ver señales en jóvenes de entre 30 y 40 años, las cuales se presentan porque tuvieron familiares directos con esta enfermedad.

Especialistas aseguran que existen algunos síntomas específicos que caracterizan el comienzo de este tipo de enfermedad, especialmente en jóvenes que pasaron la barrera de los 30 años, por lo cual recomiendan tenerlos en cuenta para consultar con su médico de confianza y ver cuáles son los pasos a seguir.

Estas señales aparecen progresivamente en los afectados y con el correr del tiempo, los daños de estas enfermedades mentales empeoran drásticamente. Por ende, resulta primordial identificarlas, aún en jóvenes de 30 o 40 años, ya que, si no se percatan de ello, el tratamiento para detener o retrasar el Alzheimer sería en vano.

3 comportamientos de jóvenes que serán señales de Alzheimer

1-Olvidar pequeñas cosas de la vida diaria. Profesionales aseguran que los jóvenes que comienzan a olvidar cosas insignificantes, como fechas importantes, números telefónicos o simplemente las verduras que tenía que comprar en la tienda, deberán acudir a cita médica para identificar qué es lo que sucede y si va de la mano con la enfermedad neurodegenerativa.

2-Identificación de tarea. Otra de las señales pasará por el grave inconveniente al identificar tareas que están en proceso o que se efectuaron hace instantes, como por ejemplo saber si pusieron llave al carro o si cerraron la puerta correctamente.

3-Dificultades para hacer operaciones matemáticas. Los jóvenes que no puedan sumar ni restar o multiplicar y dividir con facilidad, pueden estar ante señales de Alzheimer. Esto se debe a que algunas personas experimentan cambios en su habilidad de desarrollar y seguir un plan o trabajar con números. Además, los pacientes con estas enfermedades mentales pueden tener problemas en concentrarse y les puede costar más tiempo hacer cosas en comparación con el tiempo que se demoraban hace algunos meses.