El secreto que veterinarios no quieren que sepas para eliminar pulgas y garrapatas de tu perro

La industria de la veterinaria, además de garantizar la salud de nuestras mascotas, se mantiene en gran medida por los ingresos económicos de la venta de productos para asegurar el bienestar del perro o del gato. Un claro ejemplo de ello lo podemos ver al analizar los ingredientes industriales que traen los alimentos que nos venden para nuestro can, siendo algo totalmente procesado y hasta anti natural. Por ello, muchos dueños de animales prefieren cocinarles en casa y darles carnes, verduras y hasta algunas frutas.

Con el control de garrapatas y pulgas pasa algo parecido. Veterinarios recomiendan comprarles productos costosos que traen fuertes químicos y aseguran eliminar estos parásitos e insectos que se alimentan de la sangre de nuestro perro. Sin embargo, no es necesario comprar estos productos ya que con remedios caseros podremos repelerlos y garantizar el bienestar del perro.

En sintonía, hoy te recomendaremos tres remedios caseros para terminar con la presencia de pulgas y garrapatas. Pero, antes de aplicarlos, deberás asegurarte de que tu lomito tenga estos insectos y parásitos, observándolo para ver si se rasca constantemente. Si lo hace, puedes preparar un repelente simple y económico, el cual consistirá en preparar un té de manzanilla y una vez que se enfríe, volcar en un atomizador para posteriormente rociar sobre el animal.

También puedes preparar un antipulgas con levadura de cerveza, ya que se trata de un ingrediente infalible para tratar este tipo de problemas. Este truco se puede usar de dos modos: el primero, espolvoreando en la comida de tu perro, y el segundo, espolvoreando en el cuerpo de tu mascota. El can tendrá un olor desagradable para los parásitos y se alejarán.

Por último, quienes saben del tema recomiendan usar un collar antipulgas natural, para repeler garrapatas y pulgas. Para esta tarea solo necesitarás un pañuelo y romero o lavanda en aceite esencial. Aquí debes mojar el pañuelo y colocarlo en el cuello de tu perro. Deberás estar atento a su olor y cambiarlo cuando notes que perdió su aroma y efectividad.