Rutina de sueño

¿Por qué duermes mal durante el verano?

El cambio de estaciones no solo afecta la salud sino también la calidad de sueño que podemos tener a la hora de dormir; descubre por qué en el verano puedes llegar a dormir mal.
miércoles, 17 de abril de 2024 · 23:20

Cuando las temperaturas son muy altas o bajas por la noche es muy común que se nos dificulte conciliar el sueño, lo más difícil es cuando los días son calurosos, actualmente nos encontramos en primavera, sin embargo, cuando es verano cuesta más trabajo poder dormir. A continuación respondemos a la pregunta: ¿Por qué duermes mal durante el verano?, los expertos desvelan las razones detrás de esto.

En un estudio publicado en Sciencedirect, los expertos de grandes instituciones realizaron esta investigación en la que se determinó como la temperatura juega un papel muy importante a la hora de dormir, se trata de un factor clave para poder conciliar el sueño. Actualmente nos encontramos en temperaturas muy altas que superan los 34 grados, lo que es un récord registrado en el país.

Lo que sucede durante el verano es que las altas temperaturas no descienden lo necesario para poder conciliar el sueño y esto hace que impacte de manera negativa a la hora de trata de descansar; según lo determinado en este estudio cuando las temperaturas de la noche se encuentran arriba de los 20°C esto hace que el cuerpo no entre en su fase de sueño REM y así no se descanse.

Esta es la respuesta de por qué duermes mal durante el verano, lo mismo sucede en la primavera y es que se debe tener una temperatura ideal en los hogares. Los expertos que llevaron a cabo este estudio enfatizaron en el hecho de que la temperatura se debe ajustar según las necesidades de cada persona, por ejemplo en el caso de los adultos mayores la temperatura debe ir de los 20 a los 25 °C.

Como mencionamos, la altas temperatura no solo hacen que duermas mal durante el verano pero también influyen dentro de la fase de sueño REM, hay que recordar que durante esta etapa el cuerpo pasa por varios procesos fisiológicos y mentales que hacen que se tenga un descanso total y completo. Pero en el verano esta fase no se completa lo que puede llegar a desencadenar algunos problemas a lo largo del día como dificultad de concentración, irritabilidad y dolores de cabeza.