HUMEDAD
El consejo de expertos para prevenir la humedad en el hogar y reducir las filtraciones del techo
El problema de la humedad quedará descartado si sigues estas recomendaciones de especialistas.La humedad es un problema de índole cotidiana en cualquier familia mexicana. Es que las filtraciones que se dan en el techo producto de la lluvia es algo que afecta a casi todos por igual, debido a los descuidos y falta de tareas de mantenimiento y prevención sobre la superficie exterior del hogar. Por ello, acudimos al consejo de expertos para saber cómo prevenir este problema y ahorrar un disgusto de salud, ya que la presencia de moho y hongos que se forma afecta al sistema respiratorio.
Según especialistas, la humedad y el calor pueden causar daños, siendo esencial proteger la casa tanto del exceso de agua como de la radiación solar durante los días más calurosos del verano y más fríos del invierno. Caso contrario, el desgaste natural y los cambios climáticos, combinado con un mantenimiento deficiente pueden afectar el techo y, en caso de que llueva, el agua se filtrará y la acumulación de humedad será inevitable.
En consecuencia, notaremos señales tales como goteras, moho, pintura hinchada o manchada y malos olores dentro del hogar, afectando la estructura y su aspecto estético, incidiendo en el estado de salud de los habitantes de la vivienda. Es entonces que debemos poner en práctica los siguientes trucos de prevención.
¿Cómo prevenir la humedad en el hogar?
Expertos en el tema recomiendan trabajar en el techo para prevenir la humedad dentro de casa y una forma eficiente es utilizando materiales impermeabilizantes de alta calidad para evitar la entrada de agua y sellar todas las superficies donde puede producirse la filtración. Además, debemos realizar un mantenimiento frecuente de la impermeabilización del hogar, inspeccionar regularmente techos, paredes y cielorrasos en busca de signos de humedad.
Debemos entender que si, por ejemplo, el piso de nuestro hogar se limpia cada dos días, el cuidado del techo se multiplicar por 10, es decir inspeccionar cada 20 días. Es una tarea que no nos demanda mucho tiempo, ya que solo debemos subirnos al techo y ver si hay algún daño o posible filtración. Debemos evitar subestimar las inclemencias del clima, como los vientos, ya que estos también generan daños y promueven la filtración y posterior aparición de humedad.