JARDINERÍA
Cómo sembrar un árbol de mandarina en una maceta de forma sencilla
En pocos pasos y casi sin gastar dinero, podrás cultivar una planta de mandarinas.¿Comes mandarina a menudo y tiras sus semillas? Pues no lo hagas más. Es que las semillas de esta fruta cítrica puede ser el inicio de un pequeño árbol que crecerá en una maceta y podrás tener en cualquier lugar del jardín. Solo necesitarás un poco de paciencia y dedicación para luego disfrutar de las frutas más deliciosas.
Estamos en temporada de mandarina, por lo que el árbol frutal crecerá fácil y no necesitarás comprar sus semillas en viveros, ya que podrás trabajar con las que están dentro de la fruta. Este ejemplar requiere de pocos cuidados, crecer a la perfección en ambientes reducidos y puede adquirir una altura de hasta 2 metros.
¿Cómo cultivar un árbol de mandarina?
Para esta tarea de jardinería deberás sacar las semillas de la fruta, lavarlas con agua y envolverlas con papel de cocina absorbente. Una vez que pasen algunas horas y las semillas queden totalmente secas, será momento de sembrarlas en una maceta profunda, de 30 centímetros de profundidad.
Especialistas detallan que para que el árbol crezca sano y fuerte, la maceta debe contar con un buen drenaje para que el agua no quede en la planta y sus raíces se pudran. Además, la maceta debe ser de plástico para que cuando el árbol frutal crezca sea más fácil su transporte a un recipiente más grande. Mientras que el sustrato debe ser apto para este tipo de plantas frutales.
Una vez que ya tuvimos en cuenta todos estos factores, será momento de sembrar las semillas. Para ello deberás hacer agujeros en la tierra con una separación de 5 centímetros entre ellos. Entierra la semilla a una profundidad de 5 centímetros y humedece la tierra con agua. En 3 semanas verás cómo la semilla germina y el árbol de mandarina comienza a crecer. En unos meses podrás cosechar una fruta deliciosa.
¿Cómo regar un árbol de mandarina?
Para obtener una mandarina deliciosa, el riego es trascendental. Este árbol frutal requiere riegos frecuentes y abundantes, sin encharcamientos. En verano, se recomienda dar riegos diarios mientras que en invierno se riega hasta 3 veces por semana.