Presta atención a como firma una persona prudente y cautelosa, según la grafología

Prepárate para descifrar los mensajes ocultos que guarda tu escritura, pues la grafología, arte de analizar la escritura a mano, nos brinda una ventana a los secretos de la personalidad. Observar la forma y trazo de las letras revela desde la inteligencia y humor hasta la timidez o extroversión, permitiendo un viaje para descubrir características específicas de tu personalidad a través de un detalle particular de tu firma.

Se pueden conocer muchos datos sobre una persona en base a cómo escribe ciertas letras con su propio puño. La grafología es una ciencia que se encargar de estudiar las particularidades de las letras de una persona, con el fin de identificarla o tratar de averiguar cuáles son sus principales características psicológicas. Y, de acuerdo a este estudio, un rasgo muy común en las firmas ayudan a saber si una persona es prudente y cautelosa.

El trazado de la rúbrica envolvente en la firma de cualquier persona representa el grado de cautela y prudencia que tiene, según la grafología. Esto se debe a que la rúbrica es el garabato que realizan algunas personas al momento de firmar, es decir, la parte ilegible. En tanto que la firma es concretamente la parte legible. Puede darse cualquier combinación entre ellas en el autógrafo de una persona, puede haber sólo firma, sólo rúbrica, ambas.

A esto debes prestar atención en la firma de una persona para saber si es cautelosa, según la grafología

La grafología asegura que una rúbrica envolvente define qué tanta cautela y prudencia tienes. ¿Qué significa cada forma o trazo de esta característica? Precisamente se le llama rúbrica envolvente al grafismo cuyo trazado envuelve a la firma. Es muy común, seguramente conozcas a alguien que firme así o tal vez tu mismo sea quien, sin darse, cuenta estampa su firma con este signo en particular.

La grafología reveló que se debe prestar atención a la rúbrica envolvente. Este signo se asocia con el gusto por que le cuiden, necesidad de sentirse protegido en el seno familiar o matrimonial. En un ambiente gráfico positivo se relaciona con la prudencia y la cautela. Corresponde a un movimiento de introversión y a la manifestación de un sentimiento de inferioridad juvenil. Casi la unanimidad de los grafólogos ven un gesto de protección y aislamiento, lo cual es acertado también.