Descubre cómo usar bicarbonato de sodio para exfoliar el rostro y unificar el tono de la piel

Aunque no lo creas, el bicarbonato de sodio no es solo un agente que permite quitar las marcas de suciedad de las prendas, grifos y retrete. Es que también puede garantizarnos una piel de porcelana, siendo un perfecto ingrediente para potenciar la belleza del rostro.

Si quieres un cuidado de la piel eficiente y económico, deberás acudir a las propiedades del bicarbonato. El mismo puede exfoliar a la perfección el rostro, removiendo impurezas tales como puntos negros y acné. También aporta un brillo natural que otras cremas y productos de belleza no generan. Además, este agente es excelente para unificar el tono de la piel y deshacerse de las marcas y manchas, al mismo tiempo que regula la producción de oleosidad en pieles grasas y mixtas.

¿Cómo usar bicarbonato de sodio para el cuidado de la piel?

Si quieres lucir piel de porcelana, te recomendamos combinar dos cucharadas de bicarbonato de sodio, el jugo de medio limón y medio vaso de agua (evitar que sea del grifo, para no contaminar la preparación con cloro o sarro). Reunidos los ingredientes, el primer paso será buscar un recipiente limpio para mezclar el agua con el bicarbonato de sodio, al punto tal de conseguir una consistencia homogénea. Posteriormente, añadir el jugo del limón y reservar.

Para aplicarlo, debemos lavar la cara y secar con una toalla limpia. A continuación, colocar la preparación en el rostro, especialmente en la frente, el contorno de la boca y alrededor de los ojos, donde se forman líneas de expresión y manchas. Esta mascarilla casera deberá actuar por 15 minutos y, transcurrido el tiempo, lavar con abundante agua tibia. Por último, colocar crema hidratante de preferencia.

Especialistas indican que esta mascarilla de bicarbonato de sodio debe aplicarse por la noche, ya que junto con el limón, se forma una mascarilla sensible al sol y propensa a manchar la piel y se expone el rostro a la luz intensa.