JARDINERÍA
El nutriente que necesita tu limonero para que estalle de frutas en agosto
Gracias a este potente abono casero, podrás cosechar deliciosos limones y en gran cantidad.El limonero es el árbol frutal de esta temporada. Con su delicioso aroma y sus prominentes frutas, aportan un plus decorativo a cualquier jardín o huerto. Sin embargo, puede que la planta cítrica no esté creciendo como lo esperas y, en consecuencia, los puedas cosechar limones en gran cantidad. Esto se debe, según expertos en jardinería, al déficit de un nutriente esencial para este ejemplar: nitrógeno.
¿Cómo hacer que el limonero tenga más frutas en agosto?
Para tener una buena cosecha, necesitarás acudir a los beneficios del nitrógeno. Por ejemplo, este nutriente es un componente clave de la clorofila, por lo que una deficiencia de este elemento puede reducir la capacidad de la planta para realizar la fotosíntesis.
Además, el nitrógeno estimula el crecimiento de las partes aéreas de la planta, como hojas y tallos. Un suministro adecuado de este elemento favorece un follaje verde y abundante, lo que a su vez aumenta la capacidad de la planta para captar la luz solar y realizar la fotosíntesis, dando como resultado una mayor y mejor cosecha.
Por lo tanto, te recomendamos probar este abono casero repleto de nitrógeno que le dará vitalidad a tu limonero y ayudará en su crecimiento y óptimo desarrollo.

¿Cómo hacer un abono casero para el limonero?
Para esta tarea de jardinería necesitarás de un litro de agua, tres cucharadas de café y cuatro cucharadas de ceniza. Reunidos los ingredientes, el primer paso será buscar una botella y colocar agua para posteriormente agregar ceniza y café. A continuación, tapar la botella y agitar para mezclar e integrar los ingredientes.
Hecho esto, será momento de aplicar el abono casero líquido a tu limonero. La forma de hacerlo es mediante el riego, por lo que deberás colocarlo cada vez que el sustrato esté seco, evitando también encharcar las raíces de la planta cítrica. En este marco, expertos en jardinería sostienen que en verano el riego deberá ser cada dos días y en invierno una vez a la semana o cuando la tierra esté seca.
