Lo que debes hacer con tu Clivia para tener flores grandes y con un color naranja vibrante

Si buscas darle un toque único a tus espacios, debes decorarlos con macetas con Clivia. Esta planta, caracterizada por tener flores grandes, acampanadas y de color naranja, aportará vitalidad y glamour a tu hogar. Pero para que esto sea posible, será necesario darle cuidados específicos a dicha especie, los cuales te brindaremos a continuación.

Si todavía no lo sabes, la Clivia es un ejemplar originario de Sudáfrica, el cual puede ser tanto planta de interior como de exterior. Dicha especie pertenece a la familia de las amaryllidáceas y es conocida científicamente como Clivia miniata.

¿Cómo cuidar una Clivia?

Lo fundamental para el óptimo desarrollo de esta flor es el riego. Durante el período de crecimiento, la planta sudafricana deberá regarse constantemente, logrando conseguir un sustrato húmedo, evitando que se encharque. Mientras que en las próximas semanas, donde ya ingresaremos al otoño, debemos reducir el riego y esperar a que el suelo se seque para no pudrir sus raíces.

En relación a esto la clivia necesita un período de descanso durante el invierno, para estimular el crecimiento de flores radiantes. Por ende, lo ideal es que en los próximos meses de mayor frío y temperaturas bajas, la coloques en un lugar fresco y reduzcas la frecuencia de riego.

Otro detalle que brindan expertos en jardinería pasa por la ubicación del ejemplar y la cantidad de luz que necesita. Al ser un ejemplar originario de las regiones boscosas y húmedas de Sudáfrica, prefiere la luz indirecta. En consecuencia, debe recibir luz brillante pero no directa, como cerca de una ventana orientada al norte o al este.

En sintonía con esto, es importante poner el ojo en la temperatura que requiere la Cliva para gozar así de flores hermosas. Profesionales de la jardinería recomiendan darle una temperatura moderada que sea entre 15°C y 25°C. Además, debes evitar las corrientes de aire.