La PODEROSA oración que rompe trabajos de brujería y protege a los niños de mal de ojo

La poderosa oración que rompe trabajos de brujería y protege a los niños del mal de ojo ha sido una fuente de consuelo y fortaleza para muchas personas. Esta oración invoca la protección divina, pidiendo a San Patricio que interceda en la eliminación de toda influencia negativa que pueda afectar a los seres queridos, especialmente a los niños, quienes son más vulnerables a las energías malignas. 

San Patricio, conocido como el santo patrono de Irlanda, es venerado en todo el mundo como el protector contra la brujería y el mal de ojo. Según la tradición, San Patricio utilizó su fe y su conocimiento de la oración para combatir las fuerzas del mal y liberar a los pueblos de Irlanda de la opresión espiritual; su famosa oración, conocida como "La Coraza de San Patricio", se considera un poderoso exorcismo contra todo tipo de males.

La importancia de esta poderosa oración de San Patricio radica en su capacidad para proteger no solo a los adultos, sino especialmente a los niños, quienes son frecuentemente objeto de envidias y energías negativas. El mal de ojo, una creencia común en muchas culturas, se refiere a la capacidad de una persona para causar daño a otra a través de una mirada envidiosa o malintencionada. 

San Patricio es considerado el patrono de protección los trabajos de brujería y el mal de ojo debido a su vida dedicada a la difusión del cristianismo y la lucha contra las prácticas paganas que a menudo incluían la brujería. Este santo es una figura poderosa en la batalla espiritual contra las fuerzas oscuras; hoy en día, muchos continúan recurriendo a esta poderosa oración como un medio para romper trabajos de brujería y proteger a los más vulnerables de las energías negativas.

Oración para invocar a San Patricio y romper trabajos de brujería 

Cristo conmigo,
Cristo ante mí,
Cristo tras de mí,
Cristo en mí,
Cristo bajo mí,
Cristo sobre mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo a mi izquierda,
Cristo cuando me acuesto,
Cristo cuando me siento,
Cristo cuando me levanto,
Cristo en el corazón de todo hombre
que piensa en mí,
Cristo en la boca de todo hombre
que hable de mí,
Cristo en todo ojo que me ve,
Cristo en todo oído que me escucha.