BONSÁI
Guía de maestros jardineros para podar el bonsái y no ‘matar’ tu planta
Con este truco de especialistas jardineros podrás gozar de la espiritualidad de este ejemplar.En los últimos años creció la cantidad de aficionados a la jardinería, especialmente al cultivo y cuidado de bonsái. Es que este tipo de plantas milenarias tienen un fuerte significado espiritual, de hecho, se cree que son un talismán para el dinero y la buena suerte. Para aprovechar todo esto, es menester saber podar el ejemplar, para controlar su crecimiento y que justamente siga siendo una especie pequeña.
El secreto de jardineros para podar un bonsái
Profesionales del rubro aseguran que la poda es el secreto de cualquier bonsái debido a que tendremos que hacerlo de forma correcta y constante, con herramientas adecuadas y desinfectadas, para que el ejemplar crezca como debe ser y no se enferme.
Si tienes una planta de este tipo en tu poder, el primer paso consistirá en retirar el bonsái del macetero, ayudándote con una herramienta adecuada, como una horquilla de raíces. A continuación, habrá que limpiar las raíces y eliminar aquellas que estén enfermas dañadas, utilizando tijeras desinfectadas.
El siguiente paso consistirá en redefinir la base del tronco y las raíces que se ven en la superficie del sustrato de la maceta. Este debe ser equilibrado, con la finalidad de transmitir armonía. Una vez que te aseguraste de ello, será momento de cortar las raíces más largas para que el bonsái encaje nuevamente en su maceta de forma cómoda.
Expertos en jardinería recomiendan dejar algunas raíces largas para que el bonsái pueda absorber nutrientes y agua y no cortar más de un tercio de las raíces. Y si puedes elegir la estación en la cual hacer la poda, siempre debe ser en primavera, para potenciar la floración del ejemplar.
¿Qué significa tener un bonsái en casa?
Esta planta milenaria tiene distintos significados, dependiendo del contexto. El bonsái representa la esencia de un árbol adulto en miniatura, lo que nos conecta con la naturaleza de una manera profunda, por lo que aporta un plus naturalista al interior de la vivienda.
Además, representa paciencia y perseverancia, ya que cultivar un bonsái requiere años de cuidado y atención. Cada poda, alambrado y riego es un paso en un proceso lento y constante, enseñándonos la importancia de la paciencia y la perseverancia, tal como ordena la cultura milenaria nipona.