3 plantas medicinales de fácil cuidado que puedes tener en tu jardín

En nuestro jardín no solo podemos tener plantas ornamentales que embellezcan el parque, ya que también podemos cultivar plantas medicinales, para aprovechar su plus decorativo pero también los beneficios que representan para la salud. En la antigüedad, antes de que aparecieran los medicamentos, estas eran utilizadas con fines medicinales y en la actualidad, son empleadas como medicina alternativa.

¿Qué plantas aromáticas crecen fácilmente en el jardín?

Menta

La primera sugerencia es la menta, un ejemplar que tiene hasta 18 especies diferentes. No solo les da un sabor único a las infusiones, sino que también tiene diversos beneficios para la salud, como por ejemplo ayudar al aparato respiratorio, en donde colabora en la expulsión de la mucosa.

La menta prefiere la luz indirecta o el sol de la mañana. Evita exponerla al sol directo porque sus hojas pueden quemarse. En lo que respecta al riego, debe ser regular, pero evitando el encharcamiento. Por otro lado, debes asegurarte de darle un suelo bien drenado y rico en materia orgánica.

Manzanilla

Otra planta medicinal que no puede faltar en tu jardín es la manzanilla, muy popular en las infusiones. En la Antigüedad, era utilizada para tratar enfermedades digestivas como la gastritis, el vómito, la indigestión y los cólicos. También puede utilizarse para reducir la inflamación que se produce en los ojos.

La manzanilla necesita abundante luz solar, pero evita la exposición directa durante las horas más calurosas del día. El exceso de agua puede pudrir las raíces, por lo que debemos supervisar su riego. Además, la poda es fundamental, debido a que promoverá el crecimiento del ejemplar.

Ruda

Finalmente, una especie con fuerte olor (que repele plagas) y también tiene distintos beneficios para la salud es la ruda. Utilizada de forma similar a la menta, es una planta medicinal que tiene propiedades antisépticas, combate los dolores digestivos y es utilizada para calmar la ansiedad y el estrés.

Si tienes una ruda en tu jardín, debes asegurarle al menos 6 horas de luz solar directa al día. En lo que respecta al riego, debe ser solo cuando el suelo esté seco al tacto, aproximadamente 2 o 3 veces por semana. Si bien es resistente a las plagas, puede verse afectada por pulgones y ácaros.