Alarma
Esto nos quiere decir nuestro cerebro cada vez que caemos en una estafa
Es como si nuestras neuronas hablaran al respecto, pero hay que saber interpretar lo que dicen y un estudio echó luz al respecto.Caer en una estafa puede ser algo muy doloroso para las personas, sobre todo a nivel económico. Pero se puede ver un pequeño punto a favor dentro del mal trago. Y es que ser víctima de un fraude puede ayudar a diagnosticar un aspecto importante del cerebro de las personas. Es como si nuestras neuronas hablaran al respecto, pero hay que saber interpretar lo que dicen y un estudio echó luz al respecto.
Precisamente, en un reciente estudio de la Universidad del Sur de California se terminó revelando una conexión intrigante entre las estafas financieras y el deterioro cognitivo. Los investigadores sugieren que evaluar la vulnerabilidad financiera de los adultos mayores podría servir como un indicador temprano de condiciones como la demencia y el Alzheimer. De esta forma es que nuestro cerebro habla indirectamente en cierta forma.
La relación entre una estafa y el cerebro
La capacidad de tomar decisiones financieras saludables es un reflejo de nuestras habilidades cognitivas. Cuando una persona comienza a experimentar un declive cognitivo, su juicio puede verse afectado, haciéndola más susceptible a las estafas. Los delincuentes, que generalmente son expertos en manipulación, aprovechan estas vulnerabilidades para engañar a sus víctimas. Por lo tanto, caer en una estafa podría ser una señal de alerta temprana de problemas cognitivos más profundos.

La demencia de inicio temprano, en particular, aumenta la vulnerabilidad de los adultos mayores a las estafas, según reveló el mencionado estudio científico. A medida que la enfermedad progresa, las personas pueden perder la capacidad de reconocer situaciones riesgosas, verificar información o recordar detalles importantes. Esto las convierte en blancos fáciles para los delincuentes.

Al evaluar el riesgo financiero de una persona, los profesionales de la salud podrían identificar a aquellos que están en las primeras etapas de un deterioro cognitivo. Esta información podría ser utilizada para desarrollar intervenciones tempranas y ayudar a prevenir pérdidas financieras significativas a través de una estafa. Además, un perfil de riesgo más amplio que incluya la evaluación financiera podría convertirse en una herramienta valiosa para la detección temprana del Alzheimer y otras demencias.