Dieta de la longevidad: 7 trucos alimenticios para llegar a los 100 años de vida

Para llegar hasta los 100 años y más, es menester considerar múltiples factores, desde los hereditarios hasta la alimentación que llevamos día a día. Si bien es cierto que pocas personas logran superar esa barrera del siglo de vida, con la dieta de la longevidad estarás más cerca de lograrlo. A continuación, te daremos siete consejos para poner en práctica dentro de tu alimentación y así gozar de una extensa vida.

¿Qué debo comer para vivir más años?

De acuerdo a la dieta de la longevidad, recomendada por especialistas, hay siete trucos alimenticios que no podemos ignorar. Los mismos serán detallados a continuación.

1-Comer lo justo y necesario. Especialistas recomiendan comer solamente el 80% de la capacidad estomacal. Es decir, cuando estemos por sentirnos “casi llenos”, será momento de dejar de comer.

2-Consumir productos de temporada. Esto representa una enorme ventaja, debido a que se aprovechan los nutrientes al máximo. Expertos indican que los alimentos de temporada son los que mayores nutrientes de calidad aportan.

3-No olvidar la ingesta de antioxidantes. Los pimientos, las cebollas, los ajos y los tomates son de los alimentos más completos en lo que respecta a antioxidantes. En la misma línea, aportan vitamina C, la quercetina, los fenoles y sapopina.

4-Añadir a la alimentación huevos de calidad. Se recomienda evitar los que compramos en tiendas y sí acudir a lugares donde veamos cómo la gallina pone sus huevos. Allí estaremos agregando una buena dosis de proteína.

5-Combinaciones alimenticias. La dieta de la longevidad también tiene el secreto de las combinaciones. Por ejemplo, la carne (de pollo o conejo) y el pescado se debe acompañar siempre de una ración de carbohidratos complejos como papas cocidas o arroz.

6-Evitar bebidas carbonatadas y con alcohol. Estas bebidas son perjudiciales para la salud. Se recomienda beber en su reemplazo jugo de frutas o agua.

7-Consumir lácteos. No es necesario que sea a diario o en todo momento del día, pero sí tres o cuatro veces por semana. Podemos optar por quesos, leche y yogur.