Hogar
¿Con qué frecuencia hay que cambiar las sábanas de la cama? Expertos revelan cada cuánto lavarlas
Las sábanas, al estar en contacto constante con nuestra piel, acumulan células muertas, sudor, restos de productos para el cuerpoMantener la higiene en el hogar es esencial para nuestra salud, y las sábanas de la cama no son una excepción y, es que pasamos muchas horas en contacto directo con ellas, por lo que las convierte en un ambiente ideal para la acumulación de bacterias, ácaros y suciedad. Pero, ¿cada cuánto tiempo es recomendable cambiar y lavarlas para mantener una cama limpia? Expertos en higiene y del sueño han revelado la frecuencia ideal para lavarlas.
Cambiar las sábanas con regularidad es clave para mantener una cama libre de bacterias. Siguiendo las recomendaciones de los expertos, podrás disfrutar de un ambiente más limpio y mejorar tu calidad de sueño. Así que ya sabes, ¡es hora de revisar cuándo fue la última vez que lavaste tus sábanas!
¿Por qué es importante cambiar las sábanas?
Las sábanas, al estar en contacto constante con nuestra piel, acumulan células muertas, sudor, restos de productos para el cuerpo. Además, pueden atraer ácaros y otros alérgenos, lo que puede provocar problemas respiratorios, alergias, e incluso afectar la calidad del sueño.
Expertos señalan que cambiar y lavar las sábanas con regularidad no solo mejora la higiene personal, sino que también ayuda a prevenir problemas de salud como infecciones en la piel y alergias respiratorias, especialmente en personas que sufren de asma o sensibilidad a los ácaros.
¿Cada cuánto tiempo hay que lavar las sábanas?
Los expertos recomiendan cambiar y lavar las sábanas una vez por semana como lo más adecuado para mantener una cama limpia. Esta recomendación se basa en estudios que demuestran que la acumulación de bacterias y ácaros puede comenzar a ser perjudicial si no se lavan en este plazo. Para eliminarlos, se aconseja lavar las sábanas a una temperatura de al menos 60 grados Celsius, así cómo también usar detergente hipoalergénico también puede ser beneficioso, especialmente para personas con piel sensible o alergias. Además, es importante secarlas por completo, ya sea al aire libre o en una secadora, ya que la humedad residual podría favorecer la proliferación de moho y bacterias.