Qué significa que la persona con la que sales no te escriba o llame, según la psicología

Es natural preguntarse qué significa este comportamiento cuando una persona con la que sales no te escriba o llame. La psicología nos ofrece diversas explicaciones sobre por qué alguien puede optar por no comunicarse. Aunque existen múltiples razones, una de las más comunes es que, simplemente, esa persona no tiene el interés suficiente, lo que afecta en cierto punto la autoestima y expectativas hacía esa persona.

Uno de los motivos principales detrás de este comportamiento es la falta de interés real. Si una persona está verdaderamente interesada en ti, hará un esfuerzo por mantenerse en contacto. La psicología emocional sugiere que cuando alguien no escriba o llame de manera constante, es porque sus prioridades están en otro lado y no siente la necesidad de fortalecer la relación. 

Otra razón común es la idealización de la relación. A veces, nos aferramos a una imagen que hemos construido en nuestra mente sobre la persona con la que sales, en lugar de analizar su comportamiento real. La psicología indica que esta tendencia puede estar relacionada con inseguridades personales y con el miedo a estar solos. En estos casos, justificamos la falta de comunicación con excusas como "está ocupado" o "tiene miedo de sus sentimientos" en lugar de aceptar la verdad más evidente.

Además, la baja autoestima puede jugar un papel importante. Si creemos que no encontraremos a alguien mejor, es más probable que toleremos actitudes de indiferencia. La psicóloga y experta en inteligencia emocional Silvia Llop señala que este tipo de pensamiento puede hacer que permanezcamos en relaciones poco satisfactorias, en lugar de buscar una conexión genuina y equilibrada, y esto se puede trabajar en psicología.

Cuando la persona con la que sales no te escriba o llame, la psicología sugiere que la razón más probable es la falta de interés. Aunque pueda doler, es mejor aceptar la realidad y centrarnos en relaciones donde la comunicación sea recíproca. Idealizar a alguien o justificar su desinterés solo prolongará una situación que no nos hace bien. Lo importante es reconocer nuestro propio valor y no conformarnos con menos de lo que merecemos.