Hogar
Olvídate de la humedad: el viejo truco de albañiles para que tu impermeabilizante dure más tiempo
Hay una alternativa, con un viejo truco de albañiles que permite crear un impermeabilizante caseroLas lluvias no perdonan, y cuando un techo presenta grietas, lo más probable es que terminen apareciendo goteras que se filtran poco a poco por las paredes del hogar, deteriorando la pintura, generando moho y afectando la salud de quienes habitan allí. Si no se interviene a tiempo, el problema escala, por lo que deberás olvidarte de la humedad con el viejo truco de albañiles para que tu impermeabilizante dure más tiempo.
La solución tradicional es aplicar impermeabilizante o instalar membranas especializadas. Sin embargo, cuando el presupuesto es limitado, muchas familias optan por postergar esta tarea, poniendo en riesgo la integridad de su hogar. Pero hay una alternativa, con un viejo truco de albañiles que permite crear un impermeabilizante casero, eficaz y muy barato, ideal para quienes buscan resultados sin afectar el bolsillo.
El truco olvidado de los albañiles eficaz, barato y duradero que destruirá la humedad de tu casa
Este viejo truco de albañiles ha sido transmitido de generación en generación por obreros de la construcción, especialmente en zonas rurales o barrios donde las soluciones caseras y el ingenio popular reemplazan a los costosos productos industriales. Se trata de una mezcla casera de cal viva y aceite quemado de auto, materiales que puedes conseguir fácilmente en una ferretería o taller mecánico.
La cal viva, al mezclarse con agua, se transforma en hidróxido de calcio, una sustancia alcalina capaz de sellar poros y desinfectar superficies. Por otro lado, el aceite quemado, además de ser resistente al agua, actúa como aglutinante, creando una capa impermeable que sella las grietas. Juntos, forman un impermeabilizante de bajo costo y sorprendente efectividad que te hará olvidar de la humedad en mayor tiempo.
¿Cómo preparar el impermeabilizante casero paso a paso?
- 1 litro de aceite quemado de auto (consulta en talleres, lo regalan)
- 1 kg de cal viva
- Agua limpia
- Guantes de trabajo
- Cubrebocas y gafas de protección
- Pala o cuchara de albañil
- Balde o recipiente grande
- Brocha o espátula para aplicar
- Colador metálico (opcional)
Importante: realiza todo el proceso al aire libre y con las debidas medidas de protección, ya que la cal viva reacciona con el agua y genera vapores intensos.
Preparación:
- En el recipiente grande, vierte cuidadosamente la cal viva y añade agua poco a poco. Verás una reacción efervescente y aumento de temperatura. Deja reposar durante 30 minutos hasta que la cal esté completamente hidratada.
- Revuelve la mezcla con la pala para disolver todos los grumos. Si quedan residuos sólidos, puedes colarlos o retirarlos con las manos (usando guantes).
- Una vez hidratada la cal, vierte el aceite quemado lentamente mientras revuelves. El objetivo es obtener una mezcla espesa pero manejable, con una consistencia parecida a una pintura líquida. Si la mezcla está demasiado espesa, añade un poco más de agua.
- Antes de aplicar cualquier producto, barre bien la superficie. Elimina polvo, hojas secas y cualquier suciedad. Este paso es crucial para que el impermeabilizante se adhiera correctamente.
- Revisa cuidadosamente el techo para detectar hendiduras, grietas o zonas con filtración visible. Marca o memoriza esos puntos clave.
- Con ayuda de una brocha o espátula, aplica la mezcla generosamente, concentrándote en las grietas. Espera a que cada capa se seque antes de colocar otra. Se recomienda aplicar al menos dos o tres capas para asegurar una protección óptima.
- Consulta el pronóstico del tiempo y realiza el trabajo solo si se esperan mínimo dos días sin lluvia. De lo contrario, el agua puede arruinar la mezcla antes de que se seque completamente.
Este método fue ampliamente utilizado décadas atrás, especialmente en comunidades rurales donde los recursos eran escasos pero la necesidad de proteger los hogares era urgente. Hoy, en medio de crisis económicas, inflación y precios elevados de los materiales de construcción, recuperar este tipo de saberes populares puede marcar la diferencia entre vivir con goteras… o no.
Así que ya lo sabes, no necesitas grandes presupuestos ni productos de última generación para proteger tu hogar. Con el truco de los viejos albañiles, un poco de tiempo y precaución, tu techo puede quedar sellado, seco y resistente, incluso en los días más lluviosos.