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Olvídate del moho; así debes limpiar tu tinaco de agua y cisterna en temporada de lluvias
De acuerdo con la Secretaría de Salud y especialistas en control sanitario, la limpieza de tinacos y cisternas debería hacerse al menos dos veces al añoCuando llegan las lluvias, muchas personas se enfocan en tapar gotera, pero olvidan un punto clave como el estado del tinaco o cisterna. Estos depósits, expuestos a la humedad, los residuos y las variaciones de temperatura, pueden convertirse en un caldo de cultivo para el moho, las bacterias y otros agentes dañinos si no se limpian correctamente, por lo que te diremos como limpiarlo en esta temporada.
De acuerdo con la Secretaría de Salud y especialistas en control sanitario, la limpieza de tinacos y cisternas debería hacerse al menos dos veces al año, y la temporada de lluvias es uno de los momentos más críticos para llevarla a cabo. No solo por la alta humedad, sino porque las lluvias pueden arrastrar polvo, materia orgánica e incluso heces de aves hasta las tapas mal cerradas, contaminando el agua.
¿Por qué debes limpiar tu tinaco o cisterna en época de lluvias?
Los tinacos y las cisternas funcionan como depósitos de agua que abastecen a toda la vivienda. Aunque muchas personas suponen que el agua que llega ya está limpia, lo cierto es que, sin un mantenimiento adecuado, estos contenedores pueden albergar:
- Moho y hongos debido a la humedad constante.
- Bacterias como E. coli, Salmonella o Legionella, que pueden causar enfermedades gastrointestinales o respiratorias.
- Lodos y sedimentos que se acumulan en el fondo con el tiempo.
- Larvas de insectos, si las tapas no están bien selladas.
- Malos olores y sabor desagradable en el agua.
En temporada de lluvia, el agua contaminada puede filtrarse o entrar por fisuras, y el exceso de humedad acelera la formación de hongos. Además, si tu vivienda ha tenido interrupciones en el suministro, es probable que el agua estancada en el tinaco se haya deteriorado.
¿Cómo limpiar un tinaco o cisterna paso a paso?
Antes de comenzar, asegúrate de contar con lo siguiente:
Cepillo de cerdas duras (no metálico)
- Jergas o trapos limpios
- Cubetas
- Escoba
- Manguera con agua a presión
- Cloro doméstico o solución desinfectante
- Guantes de hule y cubrebocas
- Escalera estable (en caso del tinaco)
- Cierra la llave de paso para que no entre más agua y utiliza el agua restante para tareas domésticas (regar plantas o lavar pisos) antes de comenzar. Usa la cubeta para retirar los últimos restos de agua estancada.
- Con el cepillo y un poco de agua, frota bien las paredes, esquinas y fondo. Si ves manchas negras o verdes (moho), insiste en esas zonas. No uses productos abrasivos ni fibras metálicas, ya que pueden dañar el recubrimiento del contenedor.
- Con ayuda de la manguera, enjuaga completamente el interior para retirar todos los residuos y restos de suciedad. Asegúrate de que no queden restos de sedimentos o lodo.
- Prepara una solución de cloro (una taza por cada 20 litros de agua) y aplícala sobre las paredes internas con una jerga o trapo. Déjala actuar por al menos 20 minutos para eliminar bacterias, hongos y esporas. También puedes usar productos desinfectantes especiales para tinacos, disponibles en ferreterías.
- Después del tiempo de desinfección, vuelve a enjuagar muy bien el tinaco hasta que no haya olor a cloro o residuos de limpiador.
- Abre la llave de paso y deja que el tinaco o cisterna se llenen nuevamente. Asegúrate de cerrar bien la tapa, y en caso de que esté rota o deteriorada, cámbiala por una hermética. También puedes colocar una malla o mosquitero para evitar que entren insectos o roedores.
Un tinaco limpio es sinónimo de salud. Aunque no se vea a simple vista, lo que ocurre dentro de estos depósitos impacta directamente en tu bienestar diario. Y en temporada de lluvias, la prevención es clave. Así que, si no recuerdas cuándo fue la última vez que limpiaste tu tinaco o cisterna, este es el momento perfecto para actuar. Tu salud lo agradecerán.